La Unidad de Delitos Energéticos descubrió en la provincia de Carchi una nueva forma de contrabando de combustible, el cual es pasado desde casas cercanas a la frontera, al vecino país de Colombia por medio de bombas de succión y mangueras enterradas por la zona.
Agentes de la unidad habían detectado que muchos carros que llenaban sus tanques de gasolina, se dirigían a casas fronterizas, donde al parecer descargaban su combustible en tanques y volvían a las gasolineras a proveerse del producto.
Por ese motivo se procedió a allanar con orden judicial algunas viviendas, donde se encontró grandes tanques con el combustible y algunas manguera que lo llevaban a Colombia, por medio de bombas de succión. En el otro lado de la frontera, pasando el Río Carchi, algunos ciudadanos colombianos recogían en canecas la gasolina y procedían a venderla.
Se había denunciado asimismo la existencia de un depósito subterráneo de combustible. Sin embargo cuando la Unidad de control llevó las retroexcavadoras al punto denunciado, no hallaron nada. Se cree que los contrabandistas fueron alertados y lograron llevarse cualquier prueba de delito, según señaló un agente del operativo policial.