Argentina legalizó hoy el matrimonio entre homosexuales, el primer país en América Latina que concede a los gays y lesbianas todos los derechos legales, responsabilidades y protecciones que trae el matrimonio a las parejas heterosexuales.
Tras una sesión de 16 horas, el Senado aprobó por la madrugada un controvertido proyecto de ley federal de matrimonio entre homosexuales.
La norma fue aprobada poco después de las 04:00, luego de una sesión de casi 16 horas, por 33 votos a favor, 27 en contra y tres abstenciones. La Cámara de Diputados ya había aprobado en mayo el proyecto, que cuenta con el apoyo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Se prevé que tras la sanción de la ley se producirá una ola de casamientos de mujeres y hombres homosexuales.
La poderosa Iglesia Católica argentina y grupos evangélicos organizaron una fuerte campaña en contra de la iniciativa, que incluyó una manifestación de unas 60.000 personas frente al Congreso y llamados a militar contra el proyecto a los fieles y los padres de alumnos de escuelas religiosas.
El cardenal Jorge Mario Bergoglio dijo que todos pierden con el matrimonio entre homosexuales y aludió a una iniciativa de laicos de la Conferencia Episcopal de Argentina (CEA).
La Comisión Episcopal de Laicos de la CEA, en su carácter de ciudadanos, tuvo la iniciativa de realizar una manifestación ante la posible sanción de la ley de matrimonio para personas del mismo sexo, reafirmando a la vez la necesidad de que los niños tengan derecho a tener padre y madre para su crianza y educación, afirmó.
Nueve parejas homosexuales lograron casarse en Argentina tras convencer a jueces de que la igualdad que manda la Constitución se aplica en este caso, aunque algunas de esas uniones luego fueron invalidadas.