La periodista peruana Vicky Peláez era la única de la red de espías desmantelada por Estados Unidos que no era rusa, desconocía hasta el nombre de su marido y sus hijos permanecerán en Estados Unidos, reveló su abogado tras la deportación a Rusia este viernes.
Peláez, de 55 años, formaba parte de la red de 11 espías rusos desmantelada por el FBI el mes pasado y estaba casada con otro agente, el ruso Mikhaíl Vasenkov, que se hacía pasar por “peruano nacido en Uruguay” bajo el nombre falso de “Juan Lázaro”.
Según reveló en la corte su abogado John Rodríguez, Rusia prometió a su cliente alojamiento, 2.000 dólares mensuales, visas para recibir la visita de sus hijos y la posibilidad de viajar al extranjero, incluyendo a Perú.
El letrado dio a entender que a Peláez no le entusiasma la idea de vivir en Rusia, pero para evitar ir a la cárcel en Estados Unidos, aceptó renunciar a su ciudadanía norteamericana y por ende a su derecho a regresar.
Peláez participó activamente en el espionajes: transportó a Perú cartas escritas con tinta invisible para ser entregadas a representantes del gobierno ruso y recibió de ellos dinero, que transportó a Nueva York.
“No parece que ella estuviera haciéndolo tácitamente para el gobierno ruso, lo hacía por su esposo”, señaló el abogado.