Medio centenar de periodistas mexicanos marcharon hoy por calles de Morelia, capital de Michoacán, para exigir seguridad en su profesión, dos días después del asesinato en ese estado del sur de México del informador Hugo Olivera.
Los periodistas llegaron al Congreso michoacano, donde se reunieron con una comisión de legisladores para explicar la difícil situación que viven los reporteros en ese estado, donde en ocho meses ha sido asesinado un informador y dos más están en paradero desconocido.
Michoacán, con costas en el Pacífico mexicano, es un importante sitio de recepción de cocaína suramericana y de precursores de drogas sintéticas, así como productor de marihuana y heroína, estupefacientes que tienen como destino final Estados Unidos.
El cartel más poderoso en esa región es La Familia Michoacana, que sostiene una guerra a muerte con Los Zetas, antes sicarios del cartel del Golfo y ahora convertidos en cartel.
Con este crimen se eleva a seis el número de periodistas muertos este año, mientras que entre 2000 y 2010 suman 63 los comunicadores asesinados en México.