El pulpo Paul, el más idolatrado, y a la vez odiado del mundo como infalible oráculo en este Mundial, tendrá mañana su parcela de protagonismo y por partida doble, ya que lanzará sus pronósticos para la final entre España y Holanda y para el partido por el tercer puesto entre Alemania y Uruguay.
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Paul tendrá este viernes sesión doble, ya que se buscará su asistencia para los dos últimos encuentros de este Mundial, el sábado y el domingo.
Eso significa que deberá elegir entre moluscos depositados dentro de los correspondientes contenedores, cada uno con la bandera de su selección, en dos turnos distintos, uno para cada partido.
Hasta ahora, a Paul sólo se le había utilizado para pronosticar los partidos en que participaba la selección de Joachim Löw y, en lo que concierne al presente Mundial, acertó los seis pronósticos, incluida la derrota de ayer en semifinales ante España.
Su grado de infalibilidad ha dado al cefalópodo del acuario Seelife de Oberhausen (oeste de Alemania) gran celebridad, no exenta de peligros, como demostraron los múltiples mensajes cursados en twitter, redes sociales y chats de internet difundiendo diversas recetas de cocina a base de pulpo por parte de la afición derrotada.
Primero le ocurrió, en versión argentina, al consumarse la eliminación de la selección de Diego Maradona en cuartos de final por la de Löw, tal como había pronosticado. Con la derrota ayer de Alemania frente a los de Vicente del Bosque los mensajes se han multiplicado, ahora en versión alemana.
«¿Qué será del pulpo Paul?», se preguntaba hoy la prensa popular germana, como el «Berliner Kurier», haciéndose eco de los múltiples mensajes lanzados a la red con diversas recetas de cocina o, simplemente, pidiendo que «se le mande a la cazuela».
Otros usuarios le recomiendan un exilio en España, si es que persiste en pronosticar -y acertar- una victoria de La Roja en la final, ya que en caso contrario su destino sería la especialidad más conocida, el pulpo a la gallega.
Para la cita de mañana se espera una expectación similar ante su acuario a la desplegada dos días antes del Alemania-España, en que una veintena de equipos de televisión siguieron su pronóstico.
Varias televisiones alemanas transmitieron en directo la elección, así como el estupor de los comentaristas cuando el animal decidió abrir el contenedor con la bandera española y comerse el molusco, despreciando su homólogo con la bandera alemana.
En ese momento se recordó que en el expediente de Paul había un craso error -pronosticó victoria alemana en la final de la Eurocopa 2008 contra España- por lo que había cierta esperanza para que Alemania llegara a la final.