Uniformados de la Armada nacional, encontraron en un bosque del cantón San Lorenzo (Esmeraldas) un taller de fabricación de naves acuáticas clandestino, que sería usado por narcotraficantes.
En el taller, localizado dentro de 38 hectáreas cerca de la frontera ecuatoriana, se hallaron múltiples equipos de comunicación y piezas para construir yates y lanchas, asimismo indicios de que allí se habría construido el submarino encontrado el viernes, para transporte de drogas.
Asimismo había algunas cantidades de paquetes de cocaína y otras drogas.
El lugar no estaba habitado, sin embargo, las viviendas que contiene están habilitadas para albergar a 50 personas, todas con su propio generador de energía y un canal que conducía las aguas del río Colima.
De acuerdo al oficial Eduardo Mindiola, la inteligencia de la Armada ecuatoriana ha venido paulatinamente recabando pistas para llegar a este descubrimiento.