Las autoridades ecuatorianas han propuesto en España medidas para ayudar a los inmigrantes que al haber perdido su empleo durante la crisis no pueden pagar la hipoteca contraída por la compra de una vivienda.
Las ejecuciones hipotecarias o demandas de los bancos ante la justicia por el impago de hipotecas por vivienda alcanzaron en España en el primer trimestre del año un máximo histórico de 27.561, anunció el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Ello en un período de crisis económica en España en que el desempleo alcanzó el 20% de la población activa -aunque en los últimos meses bajó levemente-, y afecta especialmente al colectivo inmigrante, que cuenta con un 30% de desempleo, es decir, unos 1,13 millones de extranjeros.
La superintendenta de bancos de Ecuador, Gloria Sabando, se encuentra estos días en Madrid para entrevistarse con instituciones financieras españolas y con el Banco Central de España y proponerles que los inmigrantes en esta situación puedan aplazar el pago de la hipoteca mientras no tengan trabajo para no perder sus viviendas.
También propone que no se internacionalice el cobro de la deuda y que se mantenga el valor de compra de la vivienda para que pueda servir para el completo pago de la hipoteca si es embargada por el banco y el deudor no tenga que pagar un monto adicional.
Actualmente las viviendas se han devaluado en España debido a la crisis y cuando una institución financiera se queda con ella por impago de hipoteca, al costar menos que cuando se contrató el préstamo, pide además al deudor una cantidad adicional.
Se trata de «una morosidad producto de una situación crítica del país»; «no es un problema de los inmigrantes, de que no quieran pagar, sino del sistema económico, por lo tanto se necesitan soluciones sistémicas», dijo por su parte Patricio Chanabá, Intendente nacional de instituciones financieras de Ecuador.
Por eso proponen una «reestructuración» de la hipoteca «con un período de gracia que permita a los deudores restablecer su capacidad de pago» cuando encuentren un trabajo, según Sabando.