Investigadores estadounidenses establecieron que quien viaja regularmente en autobús y tranvía se mantiene más delgado y baja más rápidamente de peso.
Cuanto más tranvías y autobuses hay en una ciudad, más delgados y sanos son sus habitantes, indica la investigación publicada en la edición de agosto de la revista especializada «American Journal of Preventive Medicine» (tomo 39, número dos).
Para el estudio se observó durante un año a personas que usan el transporte público y a otras que viajan en auto.
Los resultados fueron claros: en comparación con las personas que viajan en auto, quienes lo hacen en autobús o tranvía perdieron en promedio tres kilos.
La explicación es simple: el sólo hecho de caminar hacia la parada del transporte hace que se muevan más.
Es así como se podría animar a más personas a usar el transporte público. «Las inversiones en el transporte público ofrecen la posibilidad de reducir la obesidad de la población», dijo el director del experimento, John M. MacDonald, de la Universidad de Pennsylvania.