El Banco Central del Ecuador (BCE) decidirá el futuro de la empresa Banalight y de los 340 empleados que fueron despedidos. Las alternativas van desde asumir la administración directamente o venderla. Aunque también existe la opción de extender el contrato de pago a los accionistas de la firma.
Ayer, por tercer día consecutivo, la compañía no abrió sus puertas ni dejó salir los 50 contenedores de puré de banano que iban al exterior. Dentro de las cámaras de refrigeración reposan más de 25 000 gavetas de fruta que, según la operaria Jenny Jaramillo, ya se echaron a perder.
Un total US$ 20 millones es la deuda total que tiene la empresa con bancos cerrados, CFN y el BCE.
Banalight pertenece al grupo de empresas de álvaro Guerrero Ferber, ex propietario del Banco La Previsora. La empresa tiene deudas pendientes con varios bancos cerrados, la Corporación Financiera Nacional y el BCE. Está administrada por un fideicomiso estatal para que cancele sus obligaciones.
Francisco Palomeque, director de Recuperación de Activos de la Banca Cerrada, explicó que la idea es que la empresa siga con las operaciones y garantice la estabilidad de los trabajadores. “Hay varias opciones. Una es nombrar un administrador provisional para luego alquilarla, o venderla dependiendo de la oferta más favorable”.