Los países emergentes del G-20, entre ellos Argentina, Brasil y México, acudirán esta semana a la cumbre de Toronto con sus reivindicaciones ya consensuadas, entre ellas la aceleración de las reformas del FMI y el BM, y una regulación del sistema financiero que incluya los paraísos fiscales.
Las principales exigencias de los países emergentes fueron acordadas en abril pasado en las dos cumbres que celebraron en Brasilia los mandatarios de Brasil, China, Rusia, India y Sudáfrica, que en su conjunto representan el 40% de la población y el 15% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial.
Los emergentes, que dicen haber ayudado a robustecer los recursos disponibles por el FMI, también pedirán en la cumbre, que se celebrará en Toronto el 26 y 27 de junio, un «aumento sustancial» del capital del Banco Mundial y de la Corporación Financiera Internacional para que puedan mejorar su capacidad de atender las necesidades de los países pobres.
Igualmente reclamarán que la elección de los presidentes del FMI y del Banco Mundial sea por méritos y no por nacionalidades, y que «la diversidad» de los miembros de estas instituciones se refleje en su funcionariado.