El jefe del gobierno conservador español, Mariano Rajoy, pidió este martes «disculpas» al país, en nombre de su partido, por los casos de corrupción que implican a miembros de su partido, el último la desarticulación el lunes de una trama de concesión de obras públicas.
«Lamento profundamente la situación creada, y en nombre del Partido Popular (PP) quiero pedir disculpas por situar en puestos de lo que no eran dignos a quienes aparentemente han abusado de ellos», dijo Rajoy en una sesión de control al gobierno en el Senado.
El jefe del gobierno español hacía así referencia a este último caso conocido en el que fueron detenidas 51 personas, incluidos seis alcaldes, cuatro de ellos del PP.
Este caso «parece que responde a la codicia personal de los cargos públicos a los que afecta y no a las organizaciones políticas a que pertenecen o pertenecían», dijo Rajoy, señalando que las implicados de su partido ya han sido suspendidos de militancia.
«Comparto su indignación y su hartazgo (de los españoles). Estas conductas resultan particularmente hirientes cuando lo españoles han tenido que afrontar tantos sacrificios y hacer tantos esfuerzos para sacar a nuestro país de la crisis», dijo, a menos de un año para las elecciones locales.
«Estos comportamientos extienden una sombra de sospecha generalizada sobre los políticos, y aunque lo entiendo, quiero decir que esa mancha ensucia injustamente a la mayoría de las personas y de las gentes de todos los partidos que están en la política para servir a los demás y no para servirse a sí mismo», concluyó.
El caso de esta trama de concesión de obras públicas por comisiones ha llegado cuando todavía no se han apagado los ecos de un vasto escándalo por el uso personal por varias decenas de directivos, entre ellos el exdirector del FMI, Rodrigo Rato, de unas tarjetas corporativas opacas al fisco de la caja de ahorros Caja Madrid, luego Bankia, por valor de 15 millones de euros.
El PP también procedió en la noche del lunes a la expulsión de sus filas de los implicados en este caso.