La sombra de un juicio político por corrupción rondaba para el presidente Michel Temer en Brasil, sin embargo la Cámara de Diputados de dicho país rechazó una moción para efectuarlo, pues legisladores de la oposición en la cámara baja se quedaron cortos para conseguir más de un tercio de los votos (172 diputados), lo necesario para enviar el caso a la Corte Suprema de Justicia.
Cabe señalar que ya el Tribunal Supremo de Brasil había autorizado investigar a Temer por obstruir la justicia, pero para se debía obtener el aval de la Cámara de Diputados para proceder con el juicio.
Los cargos que se le quieren imputar a Temer son los de corrupción pasiva, ya que habría participado en una conversación grabada donde se negoció negoció beneficios ilegales con un ejecutivo de la empresa JBS, que es la mayor procesadora de carne del país. Allí habría pedido pagos para garantizar el silencio de Eduardo Cunha, testigo clave en el caso Lava Jato, que involucró a empresarios y políticos en el país.
Temer niega la validez de la grabación, no obstante de acuerdo a una corresponsal de la BBC, en menos de un año del juicio político a la ex presidenta Dilma Rousseff, Temer tiene un nivel de desaprobación altísimo, pues apenas 5% de la población lo respaldaría en este tema. Sin embargo ese porcentaje incluye a muchas élites políticas, minoritarias pero poderosas.
Fuente: BBC