El Departamento del Tesoro de Estados Unidos vinculó a más de veinte personas como prestanombres de una red de lavado liderada por el narcotraficante Raúl Flores. Uno de los nombres que sorprendió en la lista fue el del futbolista Rafael Márquez, histórico capitán de la selección de fútbol de México. También consta el cantante Julión Álvarez, según los documentos publicados por la administración estadounidense.
El futbolista niega cualquier vínculo con una organización criminal. Fue a su entrenamiento en el Atlas, equipo mexicano, donde leyó un breve comunicado: “Diversos medios de comunicación señalaron que soy objeto de una investigación por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos por supuestos hechos relacionados a un organización criminal (…) niego categóricamente cualquier tipo de relación con dicha organización y con los hechos referidos en las diversas notas periodísticas. Comprendo la situación jurídica en la que me encuentro y de inmediato me evocaré al esclarecimiento de los hechos con el apoyo de mi equipo de abogados. Aclaro que nunca he participado en ninguna de estas organizaciones. Quiero pedir respeto hacia mi familia y hacia mi situación, es difícil. Sé que mucha gente está conmigo, no los voy a defraudar, así como he encarado mi carrera como profesional y hoy en día es mi partido más difícil, intentaré esclarecer todo”.
Durante la tarde acudió de manera voluntaria a la fiscalía para esclarecer los hechos, se investigan cuatro propiedades –dos en Jalisco, una en Guanajuato y otra en Ciudad de México- y nueve empresas, entre ellas una escuela de fútbol desde la que se habría lavado dinero del narcotráfico.
La inclusión de Márquez en la lista de la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) no tiene consecuencias penales, aunque puede derivar en ellas. De momento, implica la cancelación de su visa, el congelamiento de todas sus cuentas y propiedades en Estados Unidos, así como la prohibición para cualquier empresa estadounidense de hacer cualquier tipo de negocios o transacciones con ellos o con las compañías que fueron incluidas en la lista. Pero principalmente afecta su imagen. “”, sentenció Márquez.
Raúl Flores Hernández opera desde hace décadas en el negocio del narcotráfico, especialmente en lo relacionado al lavado de dinero. Aunque, según Estados Unidos, Flores no está vinculado a una organización criminal en concreto, sí ha tenido lazos con los líderes del Cartel de Sinaloa, el más poderoso de México y el Jalisco Nueva Generación, cada vez con más peso. Las autoridades estadounidenses aseguran que tiene vínculos con el narcotráfico desde la década de los ochenta, en Guadalajara (Jalisco) y Ciudad de México.
Fuente: El País