La violencia y la conmoción social no dan tregua en Río de Janeiro a menos de dos meses del arranque de la Copa del Mundo. El turístico barrio de Copacabana ha sido el escenario este martes por la noche de un potente enfrentamiento entre la Policía Militar de Río y los vecinos de la favela Pavão-Pavãozinho, que protestaban por la muerte —en circunstancias aún no esclarecidas— de un joven bailarin de la comunidad.
Douglas Rafael da Silva Pereira, de 25 años, apareció muerto en el interior de una guardería, sin marcas de bala, según la policía, aunque con signos claros de tortura, según la madre del fallecido. Sea como fuere la muerte del joven, el suceso sacudió los ánimos del vecindario y arrastró a centenares de ciudadanos a los accesos principales de la favela en un nuevo arranque de ira colectiva que acabó en barricadas incendiadas, lanzamiento de artefactos explosivos y choques con las fuerzas de seguridad.
El caos no tardó en extenderse por varios puntos la favela y por áreas aledañas del barrio de Copacabana, donde algunas calles fueron cortadas, comercios y locales se vieron forzados a cerrar y dos hoteles cercanos pidieron a sus huéspedes que no salieran a la calle. Pavão-Pavãozinho queda a dos cuadras de la playa más conocida de Brasil, epicentro del turismo internacional, y su pacificación en 2009 dio paso a un periodo de distensión que se vio roto por primera vez en septiembre del año pasado, cuando células reminiscentes del denominado Comando Vermelho (CV) comenzaron a amedrentar a los agentes pacificadores hasta arrebatarles parte del territorio. Desde entonces, la principal favela de Copacabana vive en tensión permanente.
Aprovechando el caos generalizado, elementos del narcotráfico local atacaron una base de la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), situado en la parte más alta de la favela. Según testigos locales, un grupo de policías fue rodeado por narcotraficantes hasta que el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) irrumpió en el lugar para rescatarlos. En la operación, que registró un fuerte tiroteo, participaron helicópteros de la Policía Militar.
Según informó la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Río, el enfrentamiento se cobró la vida de un ciudadano de 30 años, que recibió un impacto de bala en la cabeza. Vecinos de Pavão-Pavãozinho aseguran que un niño de 12 años también fue alcanzado por disparos efectuados por policías militares, aunque no hay confirmación oficial de esta víctima. Al caer la noche, parte de la favela se quedó a oscuras y sin suministro eléctrico, ofreciendo una imagen fantasmagórica salpicada por algunos focos de incendios en extinción.
Pavão- Pavãozinho no ha sido el único punto de conflicto en Río durante la jornada. En la favela Nova Brasilia, localizada en el Complexo do Alemão, en la zona norte de la ciudad, una base de la UPP local también fue atacada por narcotraficantes y un agente resultó herido de bala. A primera hora de la tarde, la favela Rocinha, enclavada entre los barrios más ricos de la ciudad, también vivió 20 minutos de pánico al registrar un intenso tiroteo en una de sus áreas más elevadas.