Al menos 2 591 personas han muerto desde comienzos de enero en el norte de Siria en los enfrentamientos entre el grupo extremista Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) y otras facciones rebeldes, informó hoy 26 de enero el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Esta organización ha contabilizado los muertos desde el 3 de enero hasta la pasada medianoche en las provincias de Idleb, Alepo, Al Raqa, Hama, Deir al Zur, Homs y Al Hasaka. Al menos 266 civiles han perdido la vida en este período por el fuego cruzado en los combates, los ataques con proyectiles de mortero y los atentados.
Decenas de esas personas han fallecido también ejecutadas por los radicales. En el bando de los adversarios del EIIL, al menos 1 380 combatientes han perecido, de los que al menos 128 fueron ajusticiados por los yihadistas.
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Por su parte, el Estado Islámico registró en sus filas al menos 924 bajas, entre las que 34 fueron suicidas que cometieron atentados con coches bomba o con cinturones de explosivos.
A estas víctimas se suman 21 personas, cuyos cadáveres no han podido ser identificados. El Observatorio no descartó que pueda haber 700 muertos más entre los contendientes, debido al secretismo que ambas partes mantienen sobre sus bajas.
Desde el 3 de enero, el norte de Siria es escenario de enfrentamientos entre el EIIL y una coalición de facciones rebeldes, que agrupa al Ejército Libre Sirio, el Frente Islámico y el Ejército de los Muyahidines, que quieren expulsar a los yihadistas porque consideran que han cometido violaciones contra el pueblo sirio. Junto a los contrincantes del EIIL lucha el Frente al Nusra, que ha sido designado por el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, como la filial de la organización en Siria.
Al Zawahiri ha desautorizado al EIIL para operar en el territorio sirio y le ha ordenado que limite sus actividades a Iraq, algo que no ha obedecido este grupo.