El ministro británico de Economía, George Osborne, no quiere permitir que Escocia conserve la libra si obtiene su independencia el próximo septiembre, un plan que es compartido por los principales partidos del Reino Unido, revela hoy la prensa.
Según adelantan hoy los medios británicos, Osborne espera dar a conocer a finales de esta semana su posición sobre la libra, en respuesta a la insistencia del ministro principal escocés, Alex Salmond, de que una Escocia independiente conservará la libra.
Sin embargo, tanto el conservador Osborne, como el titular del Tesoro, el liberal demócrata Danny Alexander, y el portavoz laborista de Economía, Ed Balls, advertirán a Escocia de que el resto del Reino Unido se negará a formar una unión monetaria de la libra con Escocia si los votantes dan el «sí» a la independencia en el plebiscito del 18 de septiembre, indican los periódicos.
Esos tres políticos británicos -miembros de las tres principales formaciones del país y a favor de que Escocia siga unida al Reino Unido- harán por separado sus respectivas advertencias sobre la libra, aunque se espera que Osborne lo haga esta misma semana.
Hasta ahora, el ministro de Economía había indicado que la unión monetaria de la libra era «poco probable», pero esta semana dará un paso más al advertir de que el país se negará a esa unión si los votantes escoceses respaldan la escisión, agrega la prensa.
Según los medios británicos, estas advertencias ponen de manifiesto que la campaña a favor de la unión, respaldada por los tres partidos, se intensifica después de que las últimas encuestas mostrasen un avance de la causa independentista de Salmond.
El primer ministro británico, David Cameron, dijo el martes que sería «muy difícil» justificar una unión monetaria en caso de que Escocia gane la independencia.
El portavoz escocés de Finanzas, John Swinney, criticó hoy al Gobierno central de Westminster -formado por conservadores y liberaldemócratas- de «acosar» a Escocia y defendió que la unión monetaria con la libra es una «opción sensata».
«Esto no es más que un intento de Westminster de acosar a Escocia, ahora que han empezado a perder el argumento sobre la independencia. Es una señal de pánico», agregó Swinney.
Un sondeo hecho por la firma ICM y recientemente publicado reveló que la tendencia a favor de la independencia ha subido cinco puntos, del 32 al 37%, mientras que la campaña que apoya la unión descendió del 49 al 44 % y el resto no contestó.
Según Salmond, una Escocia independiente conservará la libra y el Banco de Inglaterra será la entidad de crédito de último recurso.
El mes pasado, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advirtió en Edimburgo de que una unión monetaria con el Reino Unido conllevaría para una eventual Escocia independiente «una cesión de soberanía».
El Gobierno británico alerta de que, para depender del Banco de Inglaterra, Edimburgo tendría que ceder control sobre su política monetaria y los tipos de interés.