En una impresionante ceremonia que duró cerca de dos horas y media, este viernes 7 de febrero se declararon abiertos los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014.
Aunque no dio discursos, el presidente ruso, Vladimir Putin, fue el encargado de dar apertura a los juegos. Ahora siguen dos semanas de competiciones, donde el gobierno de Putin y la opinión mundial centrarán su atención en el evento que tiene lugar en el balneario ruso.
Expertos en seguridad han dicho que se trata de los Juegos más peligrosos jamás realizados, explica un artículo del diario estadounidense The New York Times.
La principal preocupación es la amenaza de ataques por parte de insurgentes islamistas de la conflictiva región del Cáucaso Norte.
A fines del año pasado dos atentados en Volgogrado ocasionaron la muerte de 34 personas y pusieron a Rusia en alerta. Habrá 40.000 agentes en el operativo de seguridad y Sochi es una ciudad sitiada: no se podrá acceder sin una entrada ni sin haberse registrado previamente.
Hasta los tubos de pasta dental en los vuelos son motivo de preocupación, advirtió el gobierno estadounidense. Pero los que más han sufrido hasta el momento quizá sean los perros callejeros. Ante la denuncia de una limpieza de la ciudad de cara a la inauguración, el Comité Olímpico Internacional tuvo que salir a aclarar que sólo los perros enfermos estaban siendo exterminados y que otros fueron «tomados bajo custodia».
La gente comienza a llegar a la ceremonia de apertura de los Juegos, donde participarán 2.900 atletas en 15 disciplinas. Ahora comienzan a desfilar las 88 delegaciones de los países que competirán en 15 disciplinas. Se esperan entregar unas 1.300 medallas. Como es tradicional en unos Juegos Olímpicos, el primer país en pasearse por esta pista del estadio olímpico de Sochi es Grecia.
La llama olímpica en el estadio de Fisht reina sobre Sochi y será el fuego que impulse a los deportistas para ir más fuerte, más alto, más lejos.