Cada estación invernal trae consigo problemas que son recurrentes para los guayaquileños: llegan los grillos por millares; aumenta la presencia de mosquitos y, en consecuencia, del dengue; los problemas gastrointestinales crecen en los hospitales; y en las calles los baches se multiplican.
Uno de los sectores afectados por esta situación es la ciudadela Urdesa. En la calle Dátiles, desde hace varias semanas se puede observar la forma cómo el asfalto registra un proceso de deterioro. El caso más crítico se evidencia en la intersección con la calle Guayacanes, sitio en el que un hueco detiene el tráfico que fluye desde la calle Sexta.
No importa si son vehículos grandes o pequeños, taxis, camionetas, camiones o autos; todos, sin excepción, se detienen al intentar circunvalar por Dátiles hacia Guayacanes, a consecuencia del bache.
En el sitio todo conductor debe bajar la marcha normal de su vehículo y abrirse camino hacia el lado izquierdo de la vía para evitar en lo posible caer en lo más profundo del hueco que permanece con agua.
Mientras los conductores intentan pasar con cuidado ese tramo, crece la fila de automotores que espera seguir la misma dirección, lo que genera embotellamientos.
Otro sector crítico se encuentra en la Alborada, en la avenida Benjamín Carrión, en el tramo colindante con el ingreso al Liceo Cristiano.
La vía fue asfaltada hace aproximadamente tres semanas y desde el miércoles anterior ya aparecieron desniveles y huecos pequeños que aumentan a diario con el paso de los automotores.
Esta situación tiene bastante tiempo, comentó Abel Troya, conductor de un taxi amigo, mientras esperaba a un pasajero en la puerta del centro educativo.
«Esa calle no la pueden arreglar porque es de cemento. Solo colocan una capa de asfalto que se desgasta». Según él, esa situación afecta a los amortiguadores del vehículo, «se desgastan las rótulas», agregó.
Pero los problemas no son exclusivos del norte de Guayaquil. En el suroeste, a lo largo de la calle Pedro Pablo Gómez, desde la 17 hasta Federico Godín, hay tramos en los que el asfalto desapareció de la vía.
En el centro, cuadrillas de obreros trabajan en la reparación de la calle Vélez, desde Pedro Moncayo hasta Machala; en la avenida José María Velasco Ibarra, en la ciudadela Bellavista, también se están presentando problemas con el asfalto y hay baches en ambos sentidos.
En otras zonas, como Costanera y calle Primera, en Urdesa, los daños se observan en el concreto.
Los mismo sucede en Mapasingue Este, en la calle Quinta, zona en la que para circular, según los moradores, es necesario tener un todo terreno por los «cráteres» que se han formado. «Aquí el daño no es solo en el asfalto, también en el concreto. La situación empeora por los buses y camiones que circulan por esta calle. Cuando llueve no se ven los huecos y ya se han dañado varios carros al caer en ellos», afirmó la residente Norma de Guerra.
Foto: Diario Hoy