Ecuador y la Unión Europea culminaron la primera ronda de negociaciones para que el país andino se incorpore al acuerdo alcanzado con Colombia y Perú, que entró en vigor en 2013. «Una buena preparación y compromiso activo por ambas partes han permitido hacer grandes avances en estas conversaciones de una semana que tienen por objetivo llegar a un resultado benéfico para el comercio y la inversión entre la UE y Ecuador, teniendo en cuenta sensibilidades de ambos lados», informa la Comisión Europea.
Los negociadores discutieron cinco días acerca del acceso al mercado de bienes, servicios y bienes públicos, así como ciertas partes del acuerdo que, adaptadas a las necesidades del país, harían posible que Ecuador sea parte del acuerdo multipartes.
Por su parte, desde Quito, se subraya la importancia de lograr un acuerdo que «favorezca la generación y difusión del conocimiento y el bien común», cuyo objetivo final sería dinamizar el cambio hacia una transformación de la matriz productiva.
Entre los temas discutidos, se destaca el de las indicaciones geográficas (IG) : «La UE busca la protección directa y abreviada de sus indicaciones. Pretende que se reconozcan 117 de éstas para diversos productos agrícolas, vinos y otras bebidas espirituosas, además de productos procesados para el consumo humano. Por su parte, Ecuador actualmente sólo cuenta con dos IG (el sombrero de Montecristi y el Cacao Arriba). De éstas, la UE sólo se comprometería a reconocer una, porque no otorga protección a las artesanías», dice el boletín de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
El acuerdo multipartes que entró en vigor con Perú el 1 de marzo de 2013 y con Colombia el 1 de agosto del mismo año, estaba planeado originalmente para ser un acuerdo regional con todos los países de la Comunidad Andina. De las negociaciones, que empezaron en 2007, Ecuador y Bolivia se retiraron en 2009. No obstante, su incorporación seguía prevista en el acuerdo. Que Ecuador no firmaría un tratado de libre comercio sino sólo un acuerdo para el desarrollo fue subrayado en repetidas ocasiones por parte del Gobierno ecuatoriano.
Sin embargo, «después de evaluar el balance general y el nivel de ambición del acuerdo que la UE logró con Colombia y Perú, Ecuador concluyó que volver a colaborar con la UE en este contexto tenía un gran potencial para mejorar las relaciones de comercio e inversión con la UE», explicaba John Clancy, portavoz de Comercio de la Comisión Europea.
Así, mientras que el trabajo continúa a nivel interno por ambas partes y tanto la UE como Quito afirman que la reunión fue positiva, en el país andino la red de organizaciones sociales «Ecuador decide» recuerda al presidente Rafael Correa que en el libro «El rostro oculto del TLC», varios autores -incluido el propio presidente- habían analizado la «inconstitucionalidad de los contenidos del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea».
Por lo pronto, desde la Coalition for the Flemisch North-South Movement, Marc Maes, especialista en políticas comerciales, explicó que: «El tratado de libre comercio que Ecuador negocia será casi idéntico a los de Colombia y Perú y contiene un capítulo de servicios, inversiones y e-commerce. Dado que Ecuador, a diferencia de Colombia y Perú, aún no tiene muchos acuerdos de libre comercio, éste tendrá mayor impacto y el acuerdo exigirá más de ese país».