El canal de televisión Gamatv se sumó a una serie de problemas registrados en la administración por parte del Estado de las empresas incautadas a los ex banqueros, los hermanos Isaías. EQ2, Maxigraf, Morlantex, EICA, Cofiec… son algunos de los casos que han enfrentado líos dentro de su gestión.
Entre julio y agosto del 2008, la entonces Agencia de Garantías de Depósitos (AGD) tomó el control de 264 empresas que, según señaló, estaban «vinculadas» a los hermanos William y Roberto Isaías, ex propietarios del Filanbanco, cerrado durante la crisis financiera de 1999.
Con la incautación, el Estado buscaba recuperar el dinero que destinó para sanear a una veintena de bancos intervenidos en aquella época.
La estrategia consistía en valorar los bienes y venderlos a través de subasta pública, para lo cual anunció un plazo de seis meses. Pero, en algunos casos, los procesos se han extendido y otros han reportado problemas.
En el caso de Gamatv, la promesa del Gobierno de vender estos activos se alargó.
Aunque el Estado tomó el control de la televisora en julio del 2008, recién en julio del 2011 el Estado logró vender una parte de las acciones. La operación se realizó a favor de los trabajadores, quienes accedieron al 22% del paquete tras recibir un crédito de la Corporación Financiera Nacional (CFN) por USD 5,6 millones. Esta entidad sigue manejando el 78% de las acciones de la empresa televisiva, según el portal de la Superintendencia de Compañías.
Tras estos dos años sin embargo, el malestar empezó a hacerse notorio. Por eso, ayer una veintena de colaboradores y excolaboradores de la sucursal guayaquileña de Gamatv realizaron un plantón en las afueras de su edificio, ubicado en el norte de Guayaquil.
El motivo de la protesta fue la separación de 20 empleados de las áreas administrativa y operativa que se habría realizado el pasado miércoles 15 de enero. Según los trabajadores que se solidarizaron con sus excompañeros, los despidos no serían casos aislados, pues durante el 2013 más de 60 compañeros más habrían sido separados paulatinamente en Guayaquil.
La nómina de colaboradores de Gamatv en Quito es de 250 personas mientras que la de Guayaquil llegaría a 100, indicaron. «Más que el tema del despido, porque eso sucede en toda empresa, es la deuda con la que salen nuestros compañeros. Somos una empresa incautada, adquirimos acciones en la empresa y quedamos con deuda al ser despedidos. Tampoco nos han dado utilidades desde hace tres años», indicó Andrés C., colaborador del área de RR.HH. quien no precisó el monto de lo que cada ex trabajador tendrían que solventar tras su despido.
Además, el grupo presentó unas fotocopias de un documento firmado por Felipe León, ahora gerente general (s) de la CFN, fechado el 6 de noviembre pasado. Allí, esta entidad de crédito solicita el pago inmediato de las cuotas vencidas por el préstamo otorgado al Fideicomiso de Trabajadores de Televisión del Pacífico Teledos. Para aquella fecha, según el documento presentado por los trabajadores de GamaTV, se habrían cumplido 175 días de mora en el pago.
En las instalaciones de Gamatv enQuito, la jornada laboral se desarrolló con normalidad. La tarde de ayer, a las 16:30, el ambiente lucía tranquilo. Empleados del medio, que salieron para comprar un refrigerio, aseguraron que «no sabían nada» y que las actividades se desenvolvieron sin novedades. Asimismo, el personal de guardianía corroboró ello y declaró que no se presentaron inconvenientes en el transcurso del día.
Diario El Comercio buscó declaraciones de algún funcionario o vocero del canal, así como de otras autoridades, pero respondieron que en ese momento «no hay nadie quien pueda emitir algún pronunciamiento».
Este hecho de Gamatv se suma a problemas de diversa índole en otras firmas. Tras tres años de su incautación, el Estado decidió que no quería administrar los bienes del Ingenio EQ2, por lo que la firma fue vendida en un concurso internacional en el que se adjudicó el 70% a Grupo Gloria, de Perú. El año pasado, los empleados paralizaron varias veces los trabajos. Existen observaciones preliminares de la Contraloría del Estado al proceso donde se cuestiona la venta de USD 130 millones, por privilegios a un comprador, otorgar descuentos que carecen de sustento y saltarse procedimientos legales.
En el caso de Maxigraf, desde su incautación en agosto del 2008 el ritmo de operación fue decayendo e incluso llegó a hablarse de una posible liquidación. Los clientes más importantes de Maxigraf se fueron de a poco. Entre ellos estaban los bancos Bolivariano y Guayaquil, que contrataban servicios de impresión de cheques y otra papelería. Adicionalmente, los préstamos de la banca privada y proveedores no llegaron. Todo esto generó despido de empleados, en marzo del 2013.
Otras empresas incautadas que fueron cuestionadas por su manejo son EICA y Cofiec. Esta última fue observada por la Superintendencia de Bancos por su gestión financiera y hasta fue lel centro de un escándalo político por otorgar un crédito de USD 800 000 al argentino Gastón Duzac, sin contar con todas las garantías necesarias.
EICA, en cambio, sufrió un drástico deterioro financiero que amenaza a su supervivencia. La desvalorización de activos surgió después de que el Estado asumió el control de la firma. De USD 40,9 millones que costaba el conglomerado de seis empresas a marzo de 2009, hoy está valorado en USD 7,2 millones.