Los acuerdos que el gobierno alcanzó con varios empresarios con el fin de hacer que cumplan con los nuevos requisitos de importación no convencen a los representantes del sector industrial. Los dirigentes insisten en que la restricción del ingreso de productos foráneos provocará desabastecimiento y encarecimiento.
Esa escasez, detalló Luis Alberto Salvador, vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), se dará con seguridad durante el proceso con el que el gobierno buscará sustituir las importaciones por la producción local. Un ejemplo clave, señaló, podría darse con los televisores y sus partes (CKD) que, según el Reglamento Técnico Ecuatoriano 083, también deben presentar Certificados de Conformidad INEN para poder ingresar al país.
«Algunos organismos que están acreditados para calificar la conformidad, como la ESPE, todavía no están en capacidad para hacerlo físicamente, aún adecuan sus instalaciones. Están preparándose, pero necesitarán de un tiempo… al menos 90 días, según me han comentado», explicó.
El gobierno estableció plazos para elevar la producción nacional por sectores. En el caso de los cosméticos, este año se espera incrementar de 9 a 52 millones de dólares la generación de este producto. En el caso de los juguetes, se habla de duplicar la fabricación.
No obstante, Enrique Macías, vicepresidente técnico de la CIG, mencionó que no es tan fácil para la industria trabajar con estos «plazos mágicos», porque hay que enfrentar ciertas trabas, como la necesidad de una fuerte inversión y escalas de producción limitadas.
«La producción de tapas ecuatorianas que se pueden hacer en un año, en China las pueden hacer en un día. No hay forma de ser competitivos con escalas de producción limitadas», afirmó Macías.
Salvador señaló que al no producirse a gran escala en el país, los insumos como tapas para colas o CKD para televisores podrían empezar a ofertarse más caros debido a los pocos proveedores que hay en el mercado. «Ese también es un riesgo que puede enfrentar la industria y que, sin duda, afectará el precio de los productos y a la variedad», opinó.
Las restricciones al producto importado empezaron a aplicarse en diciembre de 2013, tras la puesta en vigencia de la resolución 116 del Comité de Comercio Exterior (Comex), que estableció nuevas normas de calidad para 293 partidas.
Según el gobierno, esta medida podría generar un ahorro estatal de 800 millones de dólares. No obstante, los representantes de la industria no creen que esta sea la forma de subsanar el déficit de la balanza comercial, que a noviembre de 2013 sumó 1.352 millones de dólares, según los datos del Banco Central del Ecuador (BCE). Lo que se necesita, según dijeron, es incentivar la exportación.
Salvador insistió en la necesidad de flexibilizar la aplicación de la norma INEN. Una salida, dijo, es que se otorgue la prórroga de 120 días que solicitó el Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) para adoptar la medida y que en las resoluciones se elimine la solicitud de presentar certificados por lotes porque eso implica un mayor gasto.
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