Comprarse un auto sin autorización del gobierno en Cuba desde este viernes es posible, aunque para el alcance de pocos.
El pasado 19 de diciembre se abolió la restricción que exigía tener permiso gubernamental para adquirir un vehículo y desde la entrada en vigor de la medida este viernes, cualquier cubano tiene el derecho de comprar un coche. Siempre y cuando disponga del dinero para hacerlo.
Pero los precios en Cuba distan de los de otros países: un Peugeot 508 en una de las salas de ventas de La Habana figura a US$262.000. Es decir, ocho veces más de lo que cuesta en Reino Unido, por ejemplo.
Y el sobreprecio no sólo corre para autos nuevos. Un Peugeot 206 con cinco años de uso, por ejemplo, puede costar fácilmente unos US$85.000.
En la mayoría de los países latinoamericanos, por la misma cantidad sería posible comprar al menos una casa. Más allá del evidente sobreprecio en comparación con el mercado internacional, Cuba es un país donde la gran mayoría de la población todavía gana un salario fijado por el Estado de unos US$20 al mes.