Tras el fallo de la Corte de Apelaciones de Ontario (Canadá) del martes pasado, los abogados de los indígenas y colonos afectados por la contaminación ambiental de Chevron esperan similares resultados de la justicia de Brasil y Argentina. Incluso, en los siguientes meses esperan hacer lo mismo en Australia y en 14 países más, para que se reconozca la sentencia de la justicia ecuatoriana (homologar) y así ejecutar el cobro de la indemnización de $ 9.500 millones que pesa contra la compañía.
Para los abogados de los 30 mil afectados de Sucumbíos y Orellana, el fallo de la Corte de Apelaciones canadiense (ver facsímil) significa una doble victoria: por un lado se ratificó la jurisdicción canadiense para conocer el caso y, por otro, se levantó la suspensión ordenada por el juez inferior de la Corte de Ontario, por lo que el proceso de reconocimiento de la sentencia del Tribunal de Lago Agrario debe continuar en Canadá.
Para los abogados de los amazónicos, la resolución que tomaron por unanimidad los jueces de la Corte de Apelaciones de Ontario es la respuesta a un proceso de apelación que propusieron tanto los demandantes (afectados) como los demandados (Chevron).
Julio Prieto explicó que como demandantes se opusieron a la decisión del juez de instancia (inferior), quien recibió el pedido de los ecuatorianos para homologar la sentencia emitida en 2011 por la Corte de Lago Agrio (Sucumbíos), ante lo cual el juez decretó la suspensión aduciendo que Chevron Corporation no tiene bienes en ese país y que por ello no se podría ejecutar la acción de cobro. Pero con la decisión que acaba de emitir la Corte de Apelaciones Ontario (este 17 de diciembre), la suspensión del juez de instancia quedó sin efecto; así, el proceso de reconocimiento ahora debe continuar su marcha.
Anteriormente, el juez de instancia había reconocido la jurisdicción de las cortes canadienses para atender este reclamo de los ecuatorianos, pero Chevron apeló ese punto. «Hemos prevalecido también en eso, pues se rechazó la apelación de Chevron. Es decir, tuvimos éxito en nuestra apelación y, además, la de la transnacional fue rechazada. Es una doble victoria de los ecuatorianos en Canadá que nos abre las puertas no solamente de los bienes que tiene la compañía allí, sino de cualquier bien que tenga en el mundo del derecho anglosajón», dijo Prieto.
Por consiguiente, están pensando en otras jurisdicciones en donde, «a diferencia de cortes como las de Estados Unidos, mantengan su independencia y dicten con imparcialidad su fallo», añadió.
Tras el fallo de la Corte de Apelaciones de Ontario, Chevron tiene 30 días para presentar sus argumentos de defensa, pero contra la ejecución del fallo, pues ya no puede seguirse oponiendo a la jurisdicción ni al tema de la suspensión del reconocimiento de la sentencia. Esto quiere decir que ya entra en pleno reconocimiento.
«Por lo pronto, tenemos la acción de Canadá, Brasil y Argentina. Son las tres únicas jurisdicciones que empezamos acciones de reconocimiento y homologación de sentencia, pero tenemos otras que están en proceso. Australia y 14 más están pendientes», destacó Fajardo.
Solo en Australia, Chevron tendría un capital que supera los $ 30 mil millones, por lo que será otro de los siguientes objetivos en la fase de ejecución de la sentencia.
Según los abogados, esto demuestra en todo el contexto del caso que no importa cuántos millones tenga Chevron ni cuántos millones invierta para obstruir la justicia, pues los afectados tienen la razón, la capacidad y fortaleza para demostrarle al mundo que con la justicia no se puede jugar. «Chevron, así sea la segunda empresa más grande del mundo, debe cumplir con la justicia y pagar con la condena judicial».
El trámite para el reconocimiento de la sentencia como tal ante la justicia de Canadá, tomaría de dos meses a un año.
Para Humberto Piaguaje, coordinador de la Unión de Afectados por Texaco-Chevron, esta doble victoria se une a la del 12 de noviembre pasado, cuando la Corte Nacional de Justicia de Ecuador ratificó la sentencia en contra de la multinacional petrolera estadounidense, y estableció el monto de la indemnización que debe pagar.
«Lo de la Corte de Apelaciones de Ontario es contundente, impresionante, un hecho sin precedentes en el mundo entero, que hace algo de justicia a los muertos, enfermos de cáncer, leucemia, a la terrible contaminación de nuestras tierras, aire y agua», señaló Piaguaje.
Manifestó que esto significa un avance en la lucha. En este sentido, Fajardo indicó: «No descansaremos jamás hasta que Chevron pague hasta el último centavo de la condena judicial. Ese es el mandato de las víctimas y lo vamos a cumplir como equipo de abogados».
La explotación antitécnica de petróleo por parte de Texaco-Chevron, así como la falta de remediación, causó afectación a la flora, fauna, aire, agua y a la salud de 30 mil miembros de 5 nacionalidades indígenas: cofán, siona, secoya, waorani y kichwa, así como a campesinos de Orellana y Sucumbíos, a quienes ahora trata como «criminales extorsionadores» en el juicio entablado en la Corte del Distrito Sur de Nueva York (EE.UU.).
A ese juicio se lo conoce como el caso RICO, cuya sentencia está por emitirse en los siguientes días por parte del juez Lewis Kaplan, de quien los afectados están seguro de que fallará a favor de la transnacional.
En casi 28 años de actividades petroleras, Texaco, cuyas acciones fueron adquiridas por Chevron en 2001, perforó 342 pozos, 549 piscinas y registró 9 derrames de crudo. Los procedimientos de explotación petrolera de Texaco contaminaron suelo, cursos naturales de agua, la vida acuática, vegetación y cultivos. Incluso, el agua lluvia fue contaminada por la dispersión al aire de gases resultantes de la combustión de los rudimentarios mecheros.
CAMPAÑA PARA RECOLECTAR FONDOS
La Unión de afectados tenía planificado lanzar ayer en la noche una campaña internacional de recolección de fondos para poder seguir solventando los costos de los juicios que deben anfrentar ante las demandas de Chevron, entre ellas, el jucio RICO que se ventila en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, en donde se los trata como organización delictiva que supuestamente busca extorsionar a la transnacional.
A decir de Julio Prieto, uno de los abogados de los amazónicos, la lucha contra Chevron es desigual, pues los afectados tienen recursos económicos y humanos limitados, a diferencia de su contrincante que tiene recursos «casi infinitos, ya que Chevron es una de las compañías más ricas del mundo y la segunda petrolera más grande de EE.UU., lo que nos ha hecho notar».
Para ilustrar la desigualdad, reveló que en el juicio Rico «podemos hablar que de los afectados somos un equipo de no más de 10 abogados luchando contra cerca de 2.000 abogados de Chevron».
Dijo que en 2013 han pasado tiempos duros porque todas las fuentes de financiamiento que tenían han desaparecido, ante el temor de ser enjuiciadas por la compañía. «Como ese sistema de inversiones privado ya no funciona, nos vemos obligados a recurrir a la colaboración pública. Tenemos que buscar este mecanismo para pagar los gastos, pese a que estos no son ni el 1% respecto de los que tiene Chevron. Si algo no queremos que pase es perder este juicio (RICO) por falta de recursos», concluyó.
«ESTE NO ES UN ACCIDENTE, ES UN CRIMEN»
El político francés, eurodiputado y copresidente del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, constató ayer la contaminación de Chevron en la Amazonía ecuatoriana en las provincias de Sucumbíos y Orellana.
Mélenchon, en su recorrido por el pozo Aguarico 4 en Lago Agrio, se preguntó «¿qué conciencia humana tienen las personas de Chevron que ocasionaron ese gran daño a las nacionalidades indígenas?».
Chevron-Texaco operó durante 28 años en alrededor de 5 millones de hectáreas del nororiente amazónico, en donde -según estudios- se derramaron 16,8 millones de galones de petróleo en el ecosistema, más de 18,5 mil millones de galones de aguas tóxicas en los suelos y ríos, y fueron quemados al aire 235 mil millones de pies cúbicos de gas.
El político y ambientalista francés indicó que su lucha contra Chevron será como si se tratara de defender a su propio país. «Este no es un accidente, es un crimen contra la humanidad», declaró. Además, criticó a Estados Unidos por utilizar a los Tribunales Arbitrales internacionales para que sus resoluciones y sentencias favorezcan sus intereses económicos y a las transnacionales como Chevron.
Con esta acción, Mélenchon se une a la campaña «La Mano Sucia de Chevron», al igual que otras personalidades internacionales como: el actor Danny Glover, la documentalista Alexandra Cousteau y el cantautor Luis Eduardo Aute, para exponer al mundo el desastre ambiental que dejó la compañía, la cual dejó escondidas más de 1.000 piscinas de desechos tóxicos en la Amazonía ecuatoriana.
Lo que viene haciendo Ecuador busca contrarrestar la campaña mediática de desprestigio que la petrolera lleva en contra del país para evadir su responsabilidad y el pago de $ 9.500 millones.
En otra visita de Mélenchon a Ecuador en julio pasado, dictó una conferencia en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (Ciespal), donde destacó su admiración por el gobierno de la Revolución Ciudadana para lograr el Buen Vivir de sus ciudadanos.