La policía francesa ha arrestado a 21 personas como parte de una investigación sobre carne de caballo vendida ilegalmente para el consumo humano.
Las denuncias apuntaron a que la carne de caballos utilizados para la investigación médica por una compañía farmacéutica (Sanofi) terminó en la cadena alimentaria.
Según la ley francesa cualquier animal sujeto a las pruebas médicas no puede ser vendido como comida. La policía dice que, al parecer, en este caso se falsificaron documentos veterinarios.
La investigación viene luego de que en febrero pasado Europa estuviera en alerta sanitaria, por carne de caballo encontrada en millones de comidas preparadas, etiquetada como carne de vacuno.