Estados Unidos ha decidido ayudar a la afectada Filipinas, que lucha contra el mayor desastre natural de su historia tras el paso del tifón «Haiyan» desde el viernes pasado.
El secretario de Defensa de EEUU, Chuck Hagel, ordenó al portaaviones nuclear George Washington que se dirija a toda velocidad a Filipinas para colaborar en los trabajos de rescate, asistencia y reparto de ayuda.
El buque, que se encontraba en Hong Kong, tenía previsto levar anclas este martes y llegar a la zona del desastre en dos o tres días, junto con dos cruceros y un destructor. La tripulación que estaba en tierra recibió orden de regresar al barco antes del fin del permiso.
También se unirá un barco de suministro logístico, que ya se encuentra en camino. Reino Unido ha enviado un buque de guerra desde Singapur, dotado con plantas desalinizadoras de agua, y un avión de transporte militar.
Casi 10 millones de personas –alrededor del 10% de la población de Filipinas- se han visto afectadas por el desastre, y 660.000 han perdidos sus hogares, según Naciones Unidas, que ha puesto en marcha una campaña para recaudar fondos.