Con el objetivo de impulsar la cooperación e integración regional para contribuir al desarrollo sostenible y equitativo de la acuicultura en la región, Ecuador se apresta a aprobar la Convención para el Establecimiento de la Red de Acuicultura de las Américas.
El instrumento internacional, que al momento ya cuenta con informe favorable de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional y de la Corte Constitucional (CC), fue firmado el 18 de abril del 2012 en la ciudad de Managua, por Ecuador, Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Uruguay.
El organismo legislativo, al analizar el Convenio, que fuera remitido hasta esa instancia por el presidente de la República, Rafael Correa, determina que es un propósito estatal la diversificación de la producción y el impulso a nuevos sectores en el marco de la transformación de la matriz productiva.
«El Ecuador debe dar un impulso al sector acuícola para que se constituya en un referente de la cadena productiva, donde los pequeños productores tengan la posibilidad de trabajar y obtener ventajas de esta actividad», señaló el informe de la Comisión.Además, determina que el desarrollo de la acuicultura contribuye de forma sustancial a la soberanía alimentaria, al desarrollo productivo y al bienestar social, aspectos que están garantizados en la Constitución como componentes esenciales del Buen Vivir.
Intercambio de información
Según el viceministro de Acuacultura, Guillermo Morán Velásquez, durante su comparecencia en la Comisión de Relaciones Internacionales, esa Cartera de Estado consideró que el instrumento internacional es una herramienta jurídica que facilitará la cooperación y el intercambio de información entre los países signatarios, lo cual a su vez fortalecerá la economía de la región.
Igualmente, Morán sostiene que el sector acuicultor de camarón ha crecido de forma importante en los últimos años, contribuyendo con casi 1.300 millones de dólares en exportaciones.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Acuacultura, José Antonio Camposano, señaló que la Red de Acuicultura va a promover espacios de diálogo en los que otros sectores acuícolas puedan intercambiar experiencias y mejorar los sistemas de producción de sus respectivos países.
Según dijo, un aspecto muy importante a tomarse en cuenta es que la acuicultura puede y debe tomar un papel preponderante en la seguridad alimentaria, es decir, en la producción de alimentos para consumo humano, de conformidad con los postulados de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Además, Camposano sostuvo que la actividad camaronera mantiene un rol fundamental a nivel de la balanza comercial en el país, con una tasa de crecimiento permanente del rendimiento por hectárea, gracias a la participación en los últimos años del sector privado.
Desde su óptica, Ecuador debería aprovechar la Red de Acuicultura para realizar intercambios de información con otros países que cuenten con sectores acuícolas desarrollados.
Informó que actualmente en el país hay producción en la Sierra y el Oriente, regiones que tienen mucho potencial, así como en sectores artesanales, pequeños y medianos, que pueden involucrarse y generar no solamente rendimientos económicos, sino también seguridad alimentaria.
Insistió en que la posición de Ecuador ha sido mantener niveles bajos de densidades para crecer de manera sostenida, objetivo que se ha cumplido y ha permitido que el sector produzca 450 millones de libras, en territorios que hace 8 años solo lograban una producción de 250 millones de libras.
«La Convención para el Establecimiento de la Red de Acuicultura de las Américas genera un espacio de diálogo que puede beneficiar al país; se trata de una oportunidad importante para mejorar este sector productivo», sentenció.
Mientras que el representante de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Pedro Pablo Peña, en el organismo legislativo, señaló que la Red tiene como misión contribuir al desarrollo sostenible y equitativo de la acuicultura regional, a través de cooperación entre los países de las Américas en espacios sociales, económicos, científicos, tecnológicos y ambientales, relacionados con la actividad acuícola.
Indicó que sus objetivos son: proporcionar un mecanismo de cooperación con intercambio de información; transferencia de tecnología y formación de alianzas estratégicas para apoyar el desarrollo de la acuicultura sostenible en la región; promover y apoyar el ordenamiento del sector y la formulación de instrumentos de política orientados a la sostenibilidad de la actividad; así como apoyar el desarrollo como instrumento para la seguridad alimentaria y el empleo rural.
El convenio deberá ser aprobado por el pleno de la Asamblea Nacional.