De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), desde el 2010 hasta la actualidad el índice de mujeres a cargo de sus hogares se incrementó en un 8%.
Son varios casos de madres que, debido a diferentes circunstancias, han asumido las riendas de su familia, como es la historia de María Belén Temoche.
Esta madre soltera de 26 años vende lencería y comida rápida en el centro de la ciudad para sustentar los gastos de salud, alimentación y educación de sus hijos Samuel, de 7 años e Isaac, de 4.
De acuerdo a la institución, en la encuesta nacional de población y vivienda realizada en 2010 se determinó que del total de 7 millones de mujeres en Ecuador el 79,8% lleva la batuta en los temas decisivos de sus hogares.
No obstante, las estadísticas publicadas la semana pasada por el INEC reflejan que el 87,1% es madre y jefa de familia al mismo tiempo.
Otras cifras indican que en el campo educativo, el 44,2% tiene educación básica, el 32,2% educación media y el 12,4% es universitaria, como es el caso de María Belén, que cursaba el cuarto semestre de leyes en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.
La joven se retiró porque debía decidir si dedicarse a estudiar, trabajar o ser mamá, pues sus horarios no le permitían dedicarse a estas actividades al mismo tiempo.
La psicóloga Gloria Alvarado considera que el hombre no es el único que puede mantener a la familia, pues las mujeres tienen las habilidades y aptitudes para hacerlo de igual manera en el campo profesional.
«Las trabajadoras jefas de hogar se encuentran ante la difícil misión de cumplir sus funciones de madre, abuela, hermana, pareja y también de emprendedora. En muchos casos, las mujeres jefas de hogar son solteras o viudas que se hacen cargo de los hijos de sus parejas», argumenta la especialista.
Priscilla García, relacionista pública de 36 años, es quien desempeña el rol de jefa en su casa. Divide su tiempo entre lo laboral, el cuidado de su hijo Angelo (nombre protegido) y su madre, quien es hipertensa y necesita de medicamentos a diario.
«Al principio es un poco complicado cuando no se ha planeado ser madre soltera, porque toda mujer sueña con tener un hogar, conformado por papá y mamá, pero con un poco de organización y madurez sí se puede salir adelante, aunque sea sola», manifiesta García.
Según el INEC, el 33% de las jefas de hogar se encuentra separada, mientras que el 21,8% es viuda, el 13,6% es soltera, el 9,4% es divorciada y el 9,2% es casada.
El informe del INEC del 2010 señala que el salario mínimo de una madre jefa de hogar es de $319,70 mensuales, mientras que el de un hombre jefe de hogar es de $430,08, teniendo ambos el mismo puesto.
Para el sociólogo Víctor González, las mujeres jefas de familia y sus hogares constituyen un grupo social vulnerable por ser víctimas de machismo.
Esto, indica, se ha incrementado en las últimas décadas, tanto en los países industrializados como en los de menor desarrollo.
Según González, las mujeres han buscado ser el sostén económico en sus viviendas, pues ya no quieren dedicarse a los quehaceres domésticos, como lo demuestra un informe del INEC, donde el índice de amas de casa se redujo de 80% a 30%, mientras que el 57,3% de hombres se ha dedicado a la labor doméstica.
«Contribuir a la inserción laboral de calidad de las mujeres, entregando herramientas para hacer frente a las principales barreras de acceso que enfrentan en el mercado del trabajo, es importante para que mejore la economía del hogar», sostiene el experto.