Los médicos que intervinieron este martes a la presidenta argentina, Cristina Fernández, para drenar un hematoma craneal, concluyeron la operación, que se prolongó durante algo más de hora y media, confirmó el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
El funcionario no dio mayores detalles sobre la intervención quirúrgica a la que fue sometida la mandataria, que descansa en la clínica universitaria de la Fundación Favaloro y que, según estimaciones de los especialistas, deberá permanecer al menos 48 horas en cuidados intensivos.
Scioli dijo que la gobernante se está recuperando de la anestesia. Añadió que hay que esperar el parte médico oficial.
«Fuerza Cristina, esto nos tiene que unir a todos los que queremos el bien para el país», apuntó el gobernador. Si Dios quiere va a estar muy pronto con nosotros en plena acción de gobierno, que es lo que caracteriza a este proyecto», subrayó.
Asimismo, Scioli manifestó que «le deseamos una pronta recuperación» a la Presidenta y subrayó que «esperemos que pueda pronto estar en plenitud» y «trabajar incansablemente por nuevas conquistas sociales».
Desde ayer, cientos de personas se mantienen en los exteriores de la clínica con mensajes de aliento y solidaridad: «Fuerza Cristina», «Vamos que todo se puede!» «Mejorate pronto», «El país y los jóvenes están con vos», «Sos irreemplazable», «Todos con Cristina», «En las buenas y en las malas con vos», se lee en carteles.
«Vinimos a traer nuestro apoyo a la presidenta. Esto muestra que el pueblo está bancando (respaldando) a Cristina», dijo Eduardo Mejías, un joven de 20 años estudiante de periodismo que habló aún envuelto en una bolsa de dormir, tras pasar la noche de vigilia frente al sanatorio con un grupo de militantes de la agrupación Néstor Vive.
Una gran escultura ubicada en el ingreso al sanatorio sirve de base para una suerte de altar que se fue formando y donde fueron colocadas una imagen de la virgen de Luján, patrona de los argentinos, una del Gauchito Gil, un santo pagano con millones de fieles en el país, y una bandera con la imagen del papa Francisco, de origen argentino.
Todo esto coronado con una foto de Cristina Fernández y su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003/2007), con flores y más carteles, la mayoría escritos a mano.
La presidenta fue operada para extraerle un hematoma en la cabeza producido tras un traumatismo sufrido el 12 de agosto y que le fue detectado el sábado pasado. En primera instancia el equipo médico le recomendó 30 días de reposo, pero el lunes decidió operarla después de haber detectado nuevos síntomas, como un hormigueo y una leve y transitoria pérdida de la fuerza muscular en el brazo izquierdo.