El presidente de Ecuador, Rafael Correa, señaló que durante la conversación que mantuvo con su homólogo boliviano, Evo Morales, en Cochabamba, abordaron -entre otros temas- «el nuevo imperialismo», que, según dijo, «no se expresa en bombardeos, pero se refleja con igual brutalidad talvez, pero con mejores adornos, en supuestas instituciones internacionales (…) en donde someten a nuestros Estados a los caprichos del capital y las transnacionales».
En ese sentido, Correa indicó que una de esas instituciones es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, financiada por EE.UU., lo que es contradictorio cuando este país no ha ratificado el Pacto de San José.
«No se pueden tolerar esas contradicciones en pleno siglo XXI, por eso hemos decidido esperar, hasta la nueva Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA), el año próximo, y si no hay cambios sustanciales en la sede, en el financiamiento, igualdad para todas las relatorías, si es que no hay cambios, (vamos a) reflexionar seriamente sobre nuestra continuidad en ese Sistema Interamericano de Derechos Humanos», sostuvo.
Correa consideró que los pueblos latinoamericanos viven una nueva era, por lo que rechazó cualquier tipo de abuso de las grandes potencias.
También explicó que en la reunión con Morales, compartió además la experiencia de Ecuador con el plan para el retorno de los migrantes, y se trató sobre la situación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), aunque no dio mayores detalles al respecto.
Morales, por su lado, destacó la trascendencia del encuentro con su par ecuatoriano. «Estas reuniones son para compartir, para trabajar por Bolivia, por Ecuador, por toda la región», señaló el mandatario boliviano, y ponderó los espacios de integración que impulsa la región, sin influencia estadounidense.
«Yo tengo mucha confianza en la Celac, mucha confianza en Unasur, hay que impulsar ese trabajo permanente de cómo entendernos», dijo el gobernante boliviano.
Los dos jefes de Estado también lamentaron la ausencia a última hora de su colega venezolano Nicolás Maduro en el encuentro, por una afección gripal.
Morales y Correa terminan su encuentro con un acto cultural en el poblado cocalero de Ivirgarzama, en la región del Chapare.