Con la finalidad de combatir el contrabando de licor, el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (Senae) emitió una resolución el pasado 9 de agosto para normar el consumo de bebidas alcohólicas importadas y su posterior control.
Mario Pinto, subdirector general de Normativa del Senae, destacó que en el documento se establece que en las etiquetas principales (cara principal de exhibición) de las botellas de vodka, tequila, ron y wisky debe estar impresa la leyenda «importado por», más el nombre de la empresa, y no en la parte posterior.
En el resto de bebidas alcohólicas, como el vino y la cerveza, puede tener la misma información o en la etiqueta principal, o en la secundaria según lo que el importador decida.
El funcionario explicó que a partir de la publicación de la resolución en el Registro Oficial, correrán 30 días para que los licores que ingresen al país tengan esta etiqueta puesta. Cuando este plazo concluya, el Senae solo permitirá que ingresen las botellas de licor cuya etiqueta y rotulado hayan sido impresos y fijados por el fabricante de origen.
Sin embargo, Felipe Cordovez, presidente de la Asociación de Importadores de Licores Ecuatorianos (AILE), sostuvo que los cuatro meses no son suficientes para vender toda la mercancía que actualmente se encuentra en el mercado.
Según Cordovez, a nivel nacional hay en el mercado 80.000 cajas de distintos tipos de licores, mercadería que está distribuida en alrededor de 25.000 clientes que atiende este gremio. «Es difícil que la Aduana logre controlar los 25.000 puntos y que esto se pueda aplicar en el corto plazo. No solo es un perjuicio para las empresas agremiadas, sino también para el mercado en general, estamos hablando de discotecas, restaurantes, bares, tiendas, supermercados de todo el país, etc.», indicó.