Desde el mes pasado la nueva cárcel de Guayaquil recluye a 108 personas en el pabellón de máxima seguridad. Ayer el presidente de la República, Rafael Correa, visitó nuevamente el centro desde que empezó a funcionar (6 de agosto).
El Primer Mandatario llegó al reclusorio y mantuvo una reunión de trabajo con Lenin Lara, ministro de Justicia; José Serrano, ministro del Interior; Gustavo Jalkh, presidente del Consejo de la Judicatura; Viviana Bonilla, gobernadora del Guayas y otros funcionarios.
Dentro de la agenda de Correa estaba entrar al pabellón de máxima seguridad, pero hubo un cambio de última hora y se retiró del sitio tras la reunión.
Previamente el ministro Lara presentó en exposición, a breves rasgos, los datos técnicos del nuevo centro carcelario, que tiene una capacidad para 3.412 personas privadas de la libertad.
En su visita anterior al centro (en marzo pasado), Correa exigió que el área de espera de ingreso para los visitantes de los reclusos sea cambiada. En primera instancia el sitio era un galpón cubierto con rejas y con un camino dividido por tubos, para marcar la dirección a seguir.
Tras acoger el pedido del Mandatario, que fue hecho cuando Johana Pesántez era Ministra de Justicia, esta área fue totalmente transformada. Las rejas desaparecieron y ahora los muros son de un metro y medio de alto y arriba tienen un vidrio. Los visitantes ya no deberán hacer cola de pie, sino que esperarán sentados y con aire acondicionado.
El área cuenta con televisores para que los allegados a los reclusos se distraigan mientras aguardan su momento de ingresar al centro.
En marzo pasado el Primer Mandatario basó su pedido de mejorar las condiciones del sector de espera debido a que «los visitantes no son quienes están pagando una condena en la cárcel».
«Diseño no hay mucho. Hay un galpón con unas mallas horrorosas. Por qué no se hizo algo como en el Registro Civil, donde la gente entra, coge un tique, se sienta, espera su turno, etc.», expresó aquella vez.
Para el presidente Correa, esta es una forma de dignificar a quienes acuden al centro carcelario a visitar a sus allegados.
Con respecto a los traslados de reos, solo se ha realizado uno hasta el momento, de 108 personas. Se prevé que en los próximos días se produzca otra migración de reclusos de diferentes cárceles del país al nuevo centro.
PROHIBIDO EL INGRESO A LA CÁRCEL CON:
Sombreros, gafas, tacos, maquillaje, bolsos y carteras, armas de fuego, armas blancas, celulares, cámaras, minifaldas y escote, piercings, bisutería, medicinas, fósforos, drogas, cigarrillos, dinero, alimentos.