La concesionaria Interagua se encargará de restringir, en forma parcial o definitiva, el abastecimiento a los tanqueros que, según informes del Ministerio de Salud (MSP), no reúnan las condiciones requeridas para transportar y distribuir el líquido en la ciudad.
Desde ayer, la Comisaría de Salud inició una nueva valoración a los automotores. En la última inspección realizada por la entidad, en julio pasado, al 70% de los vehículos revisados se le hizo observaciones como repintar el interior de los tanqueros, cambiar las llaves de agua y tener sus documentos sanitarios en regla.
La vocera de Interagua, Ilfn Florsheim, puntualizó que, según las indicaciones que dé el MSP en los informes, se procederá a restringir el abastecimiento a los tanqueros hasta que arreglen las fallas detectadas. «Si el informe indica que algún vehículo no puede seguir repartiendo agua, no se lo dejará».
Según Florsheim, las inspecciones que se desarrollan cada mes son con la finalidad de comprobar que los automotores cumplen las condiciones sanitarias para distribuir el líquido en las zonas que todavía carecen de redes de agua potable.
Teodoro Panchana, técnico del MSP, explicó que en la nueva inspección, que concluirá mañana, se tomarán muestras de agua en los sitios que se abastecen los tanqueros (Flor de Bastión, Inmaconsa y Chongón) y en los lugares que venden el líquido (cooperativas de Monte Sinaí).
Se realizarán análisis químicos y microbiológicos para comprobar la calidad del agua. «En el trayecto también se hacen muestras de cloro residual con el propósito de verificar hasta qué grado baja la cantidad del cloro desde las tomas hasta que llega al usuario».
En inspecciones anteriores se ha comprobado que el nivel de cloro sale con 1,5 mg/l (miligramo por litro) desde las tomas pero durante el recorrido no es detectado el químico. «Todas estas anomalías las encontramos en la última inspección, incluso detectamos restos de óxido por la falta de pintura en el interior».
Panchana afirmó que se dio un tiempo a los propietarios y choferes de los tanqueros para que hagan los cambios pertinentes. «En un principio estaban reacios a las inspecciones de los vehículos… El informe será entregado a Interagua para que tome las sanciones que corresponden».
El MSP informó que se tratan de prevenir las enfermedades gastrointestinales originadas por el consumo de agua contaminada.
En julio pasado fueron revisados 131 de los 200 tanqueros que se tenía previsto. Hace dos años 300 unidades se dedicaban a esta actividad. La disminución, según los propietarios de los vehículos, se debe a que cada vez menos zonas requieren de este servicio.
Los vehículos repartidores tienen una capacidad aproximada de 8 m3, lo que les permite abastecer hasta 35 tanques metálicos en las viviendas.
Jhonny Mero, quien se abastece en la toma de Flor de Bastión, aseguró que está de acuerdo con las inspecciones del MSP. «De todas maneras hay que buscar otros recorridos porque con la ampliación de las redes de agua potable, cada vez son menos que necesitan comprar a los tanqueros».
Actualmente, existe la Comisión Interinstitucional para la Vigilancia de la Calidad del Agua Potable que abastece a la ciudad, que está integrada por el MSP, Secretaría Nacional del Agua (Senagua), Municipio de Guayaquil, Interagua, Empresa Cantonal de Agua Potable (Ecapag), Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) y la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE).
Entre las exigencias que se solicitan a los tanqueros están que cuenten con el certificado de salud pertinente, buen estado físico del recipiente (interior y exterior, mangueras, llaves de control y tapas) y el transporte. También, se constata que los vehículos cumplan los procesos de descontaminación.
DATOS
En 2009 se aprobó la Ordenanza Municipal de Operación de Bocatomas que regula la actividad de los tanqueros y los sectores en donde se abastecen de agua potable.
Entre las exigencias de los vehículos cisternas están: certificado otorgado por la Comisión de Tránsito del Ecuador y prohibido vaciar el líquido dentro del área de las bocatomas y en la vía pública.
Además, los operadores de las bocatomas tienen la obligación de inspeccionar los tanqueros, con el acompañamiento de sus propietarios, para comprobar en qué condiciones físicas se encuentran los automotores.