El fundador de Wikileaks, Julian Assange, aseguró hoy que el exanalista de la CIA Edward Snowden, quien inicialmente buscó refugio en Hong Kong, tenía «pocas posibilidades» de que se le garantizase asilo pero «posiblemente no habría sido extraditado» de la excolonia.
En una entrevista que publica hoy el diario hongkonés «South China Morning Post» (SCMP), Assange consideró que «habría sido muy difícil que Snowden recibiera asilo en Hong Kong por una variedad de razones políticas y burocráticas».
Cuando analizaron legalmente la situación desde Wikileaks, señala, «convinieron que muy pocos refugiados que solicitan asilo en Hong Kong lo consiguen».
«Sin embargo, concluimos que había un 65 % de posibilidades de que ganara el caso de extradición, ya que es la naturaleza habitual de la política del Gobierno de Hong Kong y del Politburó chino», explicó.
Para Assange, Hong Kong no habría cedido a la extradición con el objetivo de «no perder autoridad frente a China y de no parecer que estaba presionado por Estados Unidos».
Aunque esta situación «habría sido la mejor», considera, también habría supuesto que el exanalista estadounidense de 30 años «tendría que haber ido a prisión».
«La ley de Hong Kong estipula que mientras se decide un caso de extradición, lo que puede durar años, él (Snowden) tendría que haber estado en prisión», apuntó.
Snowden abandonó Hong Kong rumbo a Moscú a finales de junio, alrededor de dos semanas después de aterrizar en la isla y acompañado en el vuelo por Sarah Harrison, una de las consejeras más cercanas de Assange.
Desde la Embajada de Ecuador de Londres, donde permanece desde hace un año para evitar su propia extradición a Suecia, que le reclama por acusaciones de agresión sexual, el fundador de Wikileaks declara al SCMP que «nosotros no le habríamos (a Snowden) aconsejado ir a Hong Kong inicialmente».
«Pero es definitivamente uno de los destinos políticamente más interesantes que podría haber elegido», añade.
La huida de Snowden de Hong Kong, desde donde reveló detalles del programa secreto de vigilancia al sistema de comunicaciones de EE.UU, se produjo a finales de junio y horas después de que Washington publicara una orden de arresto en su contra por cargos de espionaje y robo de documentos oficiales.
«Durante ese periodo, fue el hombre más buscado del mundo por el Gobierno y el aparato de Inteligencia más poderosos del planeta», apunta Assange.
«Así que -añade-, es una historia de gran éxito, gracias a aquellos que creen en los derechos humanos y a la gente de Hong Kong que le apoyó».
El pasado mes, Snowden recibió asilo temporal por parte de las autoridades rusas, y el presidente del país, Vladimir Putin, declaró recientemente que el exanalista de la CIA «puede estar tranquilo, ya que no va a ser entregado a Estados Unidos».
Eso ocurrió después de que Snowden estuviera en una suerte de limbo legal en la zona de tránsito del aeropuerto de Sheremetyevo de Moscú durante más de un mes, y tras varias informaciones que apuntaron a que podría marcharse a Venezuela o Bolivia.
Assange insiste en la entrevista que «resulta muy interesante escuchar historias de solicitantes de asilo y ser uno tú mismo».
«Y ayudarles -dice-, como hemos hecho (desde Wikileaks) con un largo número de individuos que necesitaban protección, entre ellos Edward Snowden».
Mientras Snowden espera recibir asilo permanente por parte de las autoridades rusas, Assange se encuentra en los últimos días de una campaña electoral para obtener un escaño en los comicios federales de Australia de mañana, sábado, con su «Partido Wikileaks».