William González, integrante del equipo técnico de Quiport, concesionaria del nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre, anunció ayer que la ampliación de la infraestructura significará contar con una terminal 5.000 m² más grande que la actual edificación. El funcionario añadió que en las próximas semanas se definiría el cronograma de trabajos.
El proyecto, considerado como la segunda fase de la construcción del aeródromo capitalino inaugurado en febrero, contempla, a su vez, dos etapas. La primera consiste en el establecimiento de seis nuevas salas de embarque (tres en la planta inferior y tres en la superior) en el sector sur del edificio. En la segunda etapa se incrementarán counters para el chequeo de pasajeros en el extremo norte de la estructura.
El anuncio de ayer estuvo precedido por varias declaraciones del alcalde Augusto Barrera en las que insistió en que la ampliación debía iniciarse este mismo año.
«Ustedes recuerden que el aeropuerto tiene cuatro fases de desarrollo. Esas fases se iban a desarrollar progresivamente hasta el año 'dos mil veinte y pico'. La fase 2 en 2017. Pero hoy ya tenemos el número de pasajeros que ameritaría que, para cumplir las condiciones de confort, se deba iniciar inmediatamente la fase 2», señaló la autoridad el martes pasado, durante el recorrido que realizó por las instalaciones de la plaza comercial Michelena, que se construye en la zona sur de la capital.
El burgomaestre añadió que las nuevas salas tendrán como objetivo atender en el embarque y arribo de pasajeros de vuelos internos; por ello, las instalaciones anteriores servirían para los usuarios de viajes internacionales. Según el registro de Quiport, estos han sido la mayoría durante los primeros seis meses de operación del aeródromo.
Cuando concluya la ampliación, según las previsiones municipales, la capacidad del aeropuerto pasaría de los cinco millones de pasajeros por año actuales, a 10 millones.
El proyecto de la segunda fase no contempla la construcción de una pista alterna a la actual de 4.100 metros. Andrew O'Brian, presidente de la concesionaria, declaró en junio pasado al diario El Comercio que resultaba prematuro pensar en la construcción de una segunda pista, pues estimaciones de los técnicos de la empresa determinaban que esta y la calle de rodaje para el parqueo y preparación de despegue, eran suficientes para las operaciones de los primeros 10 años del aeropuerto.
Respecto al aumento de salas, O'Brian señaló que antes que nada era una obligación contractual. Y enfatizó que el aeródromo tiene «horas pico» en las que el tráfico de pasajeros es intenso y la terminal llega a su máxima capacidad; pero aclaró que, no obstante, en el periodo de operaciones transcurrido, la infraestructura no ha sobrepasado sus límites de utilización.
En la rueda de prensa de ayer, los directivos de la concesionaria también hicieron un balance del primer semestre de operaciones de la terminal.
Entre las cifras destacaron que desde el arranque del aeropuerto, se transportaron 2'600.000 personas; a la par que se realizaron 34 mil vuelos domésticos, internacionales y de carga, totalizando 4.368 horas de vuelo desde la nueva estructura.
Durante el contacto de ayer con la prensa, el presidente de Quiport dij que los buenos resultados del aeropuerto se confirman por el hecho de que Iberia y KLM iniciarán vuelos directos hacia Madrid y Amsterdam, respectivamente, a partir de octubre. Y que Aeroméxico volará en directo a la capital «azteca».