El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, defendió este miércoles la actuación del Ejecutivo británico tras conocerse que Downing Street contactó con el diario «The Guardian» sobre los documentos que guardaba de Edward Snowden.
«El Gobierno tiene claramente una responsabilidad, si se retiene información de forma insegura y pudiera ser dañina para la seguridad nacional, de intentar asegurarse de que (esa información) se recupera o se destruye», señaló el jefe de la diplomacia británica.
Hoy se divulgó que Cameron dio instrucciones al funcionario Jeremy Heywood para que contactara con «The Guardian» y le transmitiera las consecuencias de revelar más datos de operaciones de espionaje de EE.UU. y el Reino Unido.
Tras esas conversaciones, el director de «The Guardian», Alan Rusbridger, decidió permitir lo que tildó como uno de los incidentes más extraños de la historia del rotativo: permitir que expertos del centro de escuchas británico GCHQ supervisaran la destrucción, hace un mes, del disco duro de un portátil que contenía material confidencial entregado por Snowden.
Según Rusbidger, que previamente había copiado el contenido de los discos, la alternativa era tener que enfrentarse a una demanda legal.
Esas revelaciones siguen a la controvertida detención el pasado domingo del brasileño David Miranda, novio del periodista de «The Guardian» Glenn Greenwald que desveló las revelaciones del exagente de la CIA y la NSA Snowden, asilado en Rusia tras filtrar el espionaje masivo global de EEUU.
Miranda fue retenido, en virtud de la legislación antiterrorista británica, durante nueve horas cuando hacía escala en Londres, procedente de Berlín, de camino a Río de Janeiro, donde vive con Greenwald, y se le confiscó todo su material electrónico.
El presidente del comité parlamentario de Interior, Keith Vaz, pidió hoy a Cameron que comparezca ante el Parlamento a la vuelta de sus vacaciones para dar explicaciones sobre este caso.
Este diputado laborista instó al jefe del Ejecutivo a hacer una «declaración completa» el mismo día en que regrese de sus vacaciones de verano en Cornualles (suroeste de Inglaterra).
Las acciones de Heywood al contactar a «The Guardian», en un caso que ha generado un conflicto con Brasil y quejas de políticos y periodistas, «no tienen precedentes y muestran que este asunto ha llegado a los máximos niveles del Gobierno», según Vaz.
«Aunque me sorprende mucho esta revelación, explica por qué Downing Street, la Casa Blanca y el ministerio de Interior fueron informados por anticipado sobre la detención de Miranda», dijo Vaz, con relación a la admisión hecha por la titular de Interior, Theresa May, de que el Gobierno estaba informado de los planes policiales de arrestar a Miranda.
Scotland Yard ha defendido en todo momento su aplicación de la legislación antiterrorista en este caso.