María N., comerciante informal de verduras y hortalizas, se disponía ayer como cada lunes, a vender en la esquina de las calles Colón y Tomás Sevilla, en el centro de Ambato. Pero al momento de instalar su puesto sobre la vereda, un policía municipal le comunicó que la feria informal que funcionaba en ese sector, se encontraba totalmente prohibida de forma permanente.
«No es justo que nos impidan realizar nuestras ventas. No contamos con un puesto en ningún mercado. Somos gente de trabajo y necesitamos vender nuestros productos para subsistir, como lo hemos venido haciendo durante toda nuestra vida. Al igual que todos, tenemos un sinnúmero de gastos y obligaciones que debemos afrontar para poder vivir decentemente, nosotros y nuestros hijos», reclamó María.
Y como ella, cientos de comerciantes fueron desalojados ayer por más de 300 uniformados entre municipales y elementos de la Policía Nacional, quienes cumplieron con la disposición del Municipio de Ambato de no permitir las ventas ambulantes en los alrededores de la plaza Primero de Mayo.
«El operativo arrancó a las 06:00 y terminará a las 23:00, para evitar que los comerciantes desalojados por la mañana, vuelvan por la tarde. Esta acción no es una medida improvisada, la hemos programado hace 60 días, dando tiempo suficiente para que los informales hagan la petición necesaria en el Municipio para asignación de puestos. Es una medida muy rígida, pero necesaria desde el punto de vista de salud alimentaria. No se puede permitir que las ventas se hagan en lugares no autorizados, generando caos en la vía pública», manifestó Vicente Pérez, director municipal de Servicios Públicos del Cabildo.
El funcionario señaló, además, que como alternativa desde el Cabildo para que los informales realicen su actividad comercial legalmente y en lugares autorizados, se pusieron a disposición los casi 700 puestos vacantes en las diferentes plazas y mercados de la ciudad, entre ellos: mercado América, Mayorista (zona del consumidor final), Pachano y plaza San Juan.
Pero esto no convenció a los informales, quienes al grito de «Tenemos derecho al trabajo» y «No nos moverán», realizaban una marcha en los alrededores de la plaza Primero de Mayo, para exigir a los dueños de negocios que cerraran sus establecimientos en señal de apoyo. Había casi 2.000 personas, entre comerciantes, familiares y simpatizantes de las ventas informales, ubicadas en la esquina de las calles Tomás Sevilla y Araujo.
Este pedido no contó con la respuesta esperada. «En la plaza Primero de Mayo ya existe superpoblación de comerciantes (alrededor de 486) y los informales están gritando que se les dé un puesto en esta plaza; sin embargo, eso es imposible. Además, ellos quieren conseguir las cosas a la fuerza y en este Gobierno, las cosas se consiguen con diálogo», dijo Marcelo Navas, vendedor formal.
María Bautista, una de las representantes de los informales, señaló: «En Quito, Guayaquil, Cuenca y otra ciudades grandes del país tienen ferias libres. ¿Por qué en Ambato no se nos permite un día de comercio libre? Exigimos que se nos garantice el trabajo. La mayoría de comerciantes informales somos mujeres que no contamos con el apoyo de nadie, así que exigimos a las autoridades municipales que se nos permita hacer nuestra actividad comercial solo el día lunes; solo pedimos un día a la semana».
Pero los moradores del sector calificaron de acertada a la medida municipal para poder descongestionar el área y otorgarle seguridad.
«Es imposible salir un lunes a la calle, porque los informales se ubican en las veredas y apegados a las puertas de cada casa. No podemos ni salir ni entrar, y si se les dice algo, responden más groseros. Además, por la confusión que genera la gran cantidad de gente en la calle, los delincuentes aprovechan para hacer sus fechorías», dijo Francisco Villegas, habitante de la zona.
La acción de la Policía Municipal será permanente, sobre todo los días de feria en la ciudad de Ambato, para evitar que los comerciantes informales vuelvan a apoderarse de más de siete vías que van a lo largo de la calle Tomás Sevilla, desde la Darquea hasta la González Suárez.