El Gobierno anunció que en 2015 se reemplazarán las cocinas que funcionan con gas licuado de petróleo (GLP) por aquellas que utilizan electricidad, a fin de que el Estado reduzca el subsidio de este producto que alcanza los $ 700 millones.
El Ejecutivo señaló que en tres años estarán listos los nuevos proyectos hidroeléctricos (Toachi Pilatón, Coca Codo Sinclair, Sopladora, Delsitanisagua, San Francisco, Mazar, Quijos y Esmeraldas) que garantizarán que este recurso sea suficiente para aplicarlo en cocinas eléctricas y eliminar el uso del GLP en los hogares.
Alberto Tama, exgerente de la Eléctrica de Guayaquil, consideró que esta propuesta es totalmente viable, siempre y cuando se cumplan los plazos de construcción y funcionamiento de las centrales hidroeléctricas que están en proceso de edificación. «Aquí la bondad es que vamos a trabajar con energías limpias, sustentables, y no se contaminará tanto el planeta».
Además de cambiar las cocinas de gas por eléctricas y exportar energía a países vecinos, añadió que esta medida generará otros beneficios. «Con el proyecto se busca también reducir, o quizás eliminar, el contrabando de cilindros de gas en las fronteras de Colombia y Perú».
En Ecuador, el precio del cilindro de gas de uso doméstico es de $ 1,60 por un tanque de 15 kilogramos, mientras que en Colombia el mismo cilindro cuesta entre $ 15 y $ 20. Según las autoridades, Ecuador pierde millones de dólares por contrabando de gas y combustibles que salen por las fronteras.
Un estudio de Energás, de Colombia, afirma que al menos 26 mil cilindros de gas ecuatoriano subsidiado ingresan mensualmente a Colombia por 37 puntos fronterizos clandestinos, con lo cual el Estado pierde alrededor de 5 millones de dólares anuales. Algo parecido sucede en la frontera sur, con Perú.
Rubén Barreno, expresidente del Consejo Nacional de Electricidad (Conelec) y consultor, indicó que con la energía que tendríamos con las nuevas centrales, lo único que se estaría haciendo es compensar el déficit de energía eléctrica y el crecimiento mensual desde los usuarios. «El crecimiento de la demanda está aproximadamente en un 4% por año, es decir, por cada año necesitamos el ingreso de 250 megavatios adicionales».
Por esta razón -dijo- hay que estar seguros de que en 2016 vamos a tener en operación los proyectos que se han mencionado.
El subsidio al GLP se incrementó a una tasa promedio de 28% anual durante el período 2004-2006, debido a tres factores principales: el crecimiento de los precios de importación que en ese período registraron una tasa promedio anual de 20%, aumento de la demanda en 6% anual y reducción de la producción nacional en 0,7%.
Ecuador es uno de los países de América del Sur que más subsidia los combustibles, uno de los principales productos es el GLP. En el país, el uso de GLP empezó en 1955. Más del 80% de GLP que se consume aquí es importado desde México, Venezuela, Panamá, Estados Unidos, Argentina, Perú y Nigeria. Solo el 20% es de producción local.
Consumo en hogares
Rocío Muñoz, ama de casa, opinó que la propuesta del Gobierno es una muy buena opción. «Es una mejor solución porque yo no siento el subsidio que da el Estado para nosotros, ya que se supone que un cilindro cuesta un dólar con cincuenta centavos, pero por mi casa lo venden a $ 2,50».
Agregó que este producto genera mucha especulación porque en otros lugares compra el gas hasta en $ 5. «Yo compro al mes un tanque porque tengo ducha, pero mi madre compra dos al mes por el calefón», subrayó Muñoz.
En tanto, Elizabeth León, otra ciudadana, aseveró que el cambio a cocina eléctrica puede afectarle mucho en la economía de su familia. «Yo prefiero utilizar el gas común, porque creo que es más barato que utilizar energía eléctrica para cocinar todos los días».
En este sentido, destacó que el uso de electricidad en este tipo de actividades puede aumentar en exceso los costos en la planilla de este servicio. «El cilindro de gas me dura entre 25 a 30 días, ya que somos cuatro personas en mi casa, y con eso me alcanza y hasta ahorro dinero, situación que no ocurriría si ocupara electricidad».
Para Tama, es indispensable que se proporcione una promoción tarifaria de la electricidad, caso contrario, el consumidor se mostraría reacio a cambiar de sistema.
Los precios de producción e importación del GLP son altamente superiores a los precios de venta interna, por lo que el gas tiene un subsidio muy alto.
El cilindro de 15 kilos tiene un costo de $ 1,60 mientras que el valor real es de $ 12, lo que significa un subsidio equivalente al 650% frente a su precio real. Sin embargo, no todos quienes se benefician de este subsidio son sectores necesitados.
El 8% del subsidio al gas se destina al 20% más pobre de la población, mientras que el 33% del subsidio se destina al quintil más rico de la población, según señala un estudio del Frente Social.