Alrededor de 60.000 moradores de Monte Sinaí están a la espera de que, en el transcurso de esta semana, la Secretaría Técnica de Prevención de Asentamientos Humanos Irregulares (Stpahi) entregue las notificaciones para conocer si serán favorecidos con la legalización de los terrenos.
Agua potable y energía eléctrica son los servicios que requieren las familias asentadas en las 35 cooperativas que serán beneficiadas con la reforma a la Ley de Legalización de la Tenencia de Tierras, que fue propuesta por asambleístas.
Actualmente, en los sectores Voluntad de Dios, Las Palmeras, Nueva Vida, Valle Verde, entre otros, se abastecen del líquido vital por medio de tanqueros. Por ejemplo, en el primero pagan un dólar diario para proveerse de agua.
Todas las familias consultadas afirmaron que habitan en la zona desde antes que entre en vigencia el Decreto 607, es decir, previo a diciembre de 2010.
José Pérez, quien vive nueve años en Voluntad de Dios, aseguró que hace tres años la Empresa Eléctrica realizó un censo con el objetivo de que el sector sería dotado del servicio.
El morador confesó que, por segunda ocasión, su residencia la consiguió a través de traficantes de tierras. Anteriormente, intentó vivir en Colinas de la Florida, pero nunca le entregaron el título de posesión del terreno por el cual pagó 500 dólares. «Por eso me arriesgué en Monte Sinaí».
El movimiento comercial en la zona, según propietarios de locales, no ha disminuido, pese a los temores que generaron los operativos de desalojos realizados por la Stpahi en La Camila, Thalía Toral y Las Marías.
Las cooperativas Ebenezer y Cerro Porteño, de acuerdo con el ciudadano Martín Quiñónez, son dos de las zonas más activas de Monte Sinaí, debido a que cuentan con calles pavimentadas. Son los casos de la avenida Casuarina y otra que, por el momento, la denominan la principal.
En la última vía funcionan decenas de tiendas de abarrotes, panaderías y carnicerías. También, pese a que la mayor parte de la zona carece de cobertura de telefonía fija o Internet, hay cabinas telefónicas y cibers.
Quiñónez, quien vive en Ebenezer, explicó que dependen de celulares para suplir la carencia de estos servicios. «Hay quienes se consiguen esos teléfonos inteligentes o compran aparatos portátiles a las operadoras para tener Internet».
Por otra parte, la falta de pavimentación dificulta el acceso a las cooperativas San Alejo, Promesa de Dios y Los Juanes. Los habitantes realizaron rellenos con grava para asentar los caminos y que ingresen los tanqueros.
Darío Yépez, morador de Los Juanes, dijo que a cada vecino le tocó construir su pozo séptico para las necesidades fisiológicas. Las aguas servidas, en cambio, caen directamente a la tierra o pequeños riachuelos. «Sería de gran ayuda que nos legalicen para que lleguen las obras de agua potable y alcantarillado, especialmente, para no contraer enfermedades». En ocasiones la energía eléctrica también tiene variaciones en el voltaje.
Las tierras serán legalizadas una vez que se apruebe la reforma a la Ley de Tenencia de Tierras, creada en 2007, en la que se corregirán imprecisiones en los nombres de los terrenos, sus coordenadas y puntos de georreferenciación.
Ilfn Florsheim, vocera de Interagua, anunció que cuando se definan los sectores se reconocerán los predios y se hará el estudio del suelo en Monte Sinaí. «Todo conlleva un proceso previo a la planificación que efectúen Emapag y el Municipio. Posteriormente se realizarán los diseños y la licitación de las obras».
Hoy, como inicio del proyecto de regulación de los terrenos, se realizarán mingas de limpieza en las cooperativas Thalía 1 y 2.