El papa Francisco llegó este lunes a la ciudad de Río de Janeiro, donde miles de peregrinos de todo el mundo lo esperaban en clima de fiesta para darle la bienvenida.
De esta manera el Pontífice inicia en Brasil, el país con más católicos del mundo, su primer viaje internacional para presidir la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) del 23 al 28 de julio, a la que asistirán más de un millón y medio de personas.
Su arribo a la Base Aérea del aeropuerto Antonio Carlos Jobim se produjo a las 15:42 hora local (18:42 GMT), en un avión de la compañía Alitalia. Tras saludar a la presidenta brasileña Dilma Rousseff, subió a un modesto automóvil gris para desplazarse hacia la catedral de Río de Janeiro.
Pero al llegar al centro de la ciudad, decenas de fieles se abalanzaron sobre su auto para saludarlo y tomarle fotografías, bloqueando su avance en una muestra del desafío que enfrentará su equipo de seguridad durante los próximos días.
Francisco ha rechazado usar vehículos blindados durante sus desplazamientos en la ciudad brasileña, que incluyen una visita a una favela. Durante el trayecto desde el aeropuerto a la catedral, mantuvo siempre el vidrio de la ventaja bajo.
Después subió a un «papamóvil» sin vidrios laterales, aunque protegido por un cordón de guardaespaldas y voluntarios.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, descartó cualquier conflicto durante las manifestaciones convocadas por algunos grupos en coincidencia con la visita del Pontífice y afirmó que éste está «totalmente seguro» en la ciudad.
Varios grupos articulados por las redes sociales han convocado manifestaciones durante la visita del Papa. También está prevista una protesta de una organización de defensa de los derechos de los homosexuales y la llamada «Marcha de las Vagabundas», que forma parte de un movimiento que se extendió por todo el mundo a partir de una manifestación en Toronto (Canadá) en 2011, y que en Río está prevista para el sábado en Copacabana.
Más de un millón y medio de fieles de decenas de países han viajado a Río de Janeiro para acompañar al Papa de 76 años en la JMJ. Las autoridades calculan que Río recibirá esta semana cerca de 800.000 visitantes extranjeros y brasileños.