El papa Francisco manifestó este lunes a los periodistas que lo acompañan en el avión papal que lo conduce a Brasil su preocupación por la situación de los jóvenes en todo el mundo, ante «el riesgo de tener una generación que no ha tenido un trabajo», y defendió el papel de los ancianos en la sociedad «a menudo víctimas de la cultura del rechazo».
«La crisis mundial no ha generado buenas cosas para los jóvenes. La semana pasada examiné el porcentaje de jóvenes sin trabajo. Corremos el riesgo de tener una generación que no ha tenido jamás un trabajo», declaró el Papa, quien subrayó que la sociedad «necesita» también de la «sabiduría» de los ancianos.
«Mi viaje tiene como objetivo estimular a los jóvenes para que se integren en el tejido social, con los ancianos», explicó el Pontífice latinoamericano, de 76 años, quien presidirá en Río de Janeiro una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud.
Reconoció que si bien se debe evitar «aislar a los jóvenes», también se debe condenar «la cultura del rechazo a los ancianos». «Un pueblo sale adelante con los dos (jóvenes y ancianos). Las personas ancianas tienen la sabiduría, la historia, la patria, la familia. Todos los necesitamos», agregó.
Respetando su estilo sencillo y franco, Francisco saludó uno por uno a los 70 periodistas que lo acompañan en el vuelo, con los que reconoció que evita dar entrevistas porque le resulta «agotador».
Antes de embarcarse en el vuelo de Alitalia, la oficina de prensa de la Santa Sede había advertido de que el Papa no iba dar declaraciones a la prensa en el avión, como solía ocurrir con Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Al término del encuentro, que duró cerca de una hora, el Pontífice agradeció a la prensa la «compañía» y la invitó a «colaborar» con él «por el bien de la sociedad».
El Papa Francisco llegará este lunes a Brasil para reunirse con millares de jóvenes de todo el mundo en el país con más católicos del planeta, sacudido por un creciente descontento social.
Su salida de Roma se produjo poco antes de las 09H00 (07H00 GMT). Fiel a su reputación de sencillez, llegó al avión cargando él mismo su equipaje de mano, un gran maletín negro.
El Papa presidirá estas jornadas, que se celebrarán del 23 al 28 de julio y a la que se espera asistan cerca de 1,5 millones de personas, en su primer viaje a la región donde nació y vivió casi toda su vida.