El acuerdo del gobierno argentino con Chevron Corp. para explotar reservas de petróleo de esquistos bituminosos en la Patagonia fue blanco de fuertes criticas por parte de los indios mapuches, activistas de los derechos humanos, ambientalistas e izquierdistas, quienes lo consideraron como una traición y venta a favor de los EE.UU.
La presidente Cristina Fernández dijo que el acuerdo fomentará la independencia energética de Argentina. El líder mapuche Nilo Cayuqueo dijo que es una irresponsabilidad entregar estos recursos a la Chevron.
Los mapuches dijeron que el territorio les pertenece y que no fueron consultados en el acuerdo. Para la explotación de los depósitos se utilizaría el método de fracturación hidráulica, lo que requeriría de millones de galones de agua dulce para la extracción.
Adolfo Pérez Esquivel, ex Premio Nobel de la Paz, dijo que interpondría una demanda para obstaculizar el desarrollo del proyecto pero que no habría posibilidad de ganar porque el sistema judicial recientemente anuló una orden legal para incautar las ganancias de Chevron en Argentina si la empresa no pagaba los 19 mil millones de dólares de un fallo por daños ambientales en el Ecuador.
Esta es la mayor inversión extranjera que Argentina ha atraído desde la expropiación de la YPF del Grupo Repsol. Repsol exige 10 mil millones de dólares en compensación y amenaza con demandar a cualquier petrolera que se apodere de los yacimientos.