Varios miles de personas se manifestaron este martes en el centro de Atenas y Salónica en una huelga general contra los despidos de funcionarios pactados por el Gobierno del conservador Andonis Samaras con la troika a cambio de un nuevo tramo de financiación.
La huelga, la cuarta general del año, fue convocada por las dos principales confederaciones sindicales de Grecia (ADEDY, del sector público y GSEE, del privado).
Entre 16.000 -según la Policía- y 50.000 personas -según los sindicatos- protestaron en la capital griega y otras 7.000 en Salónica, la segunda ciudad del país.
La mayoría de las oficinas públicas estaban cerradas y los servicios de transportes no funcionaban, con excepción del metro y tranvía que tienen prohibido hacer huelga desde el pasado febrero. Mientras los controladores aéreos llevaron a cabo una huelga de media jornada, lo que provocó la cancelación de 11 vuelos y retrasos de una treintena, todos ellos internos.
El comercio en cambio abrió como un día normal.
En el meollo de la protesta figura un proyecto de ley de un centenar de artículos que debe ser votado el miércoles para respetar las exigencias de los proveedores de fondos del país. Ese proyecto integra un plan de reducción de efectivos y de reorganización de la administración pública que afecta a parte de los 700.000 funcionarios del país.