Atrás quedaron los días en que René Maugé llegaba a ser una de las figuras del naciente sistema democrático ecuatoriano, en 1978, luego de siete años de dictadura.
Entonces, era candidato a la Presidencia por el Frente Amplio de Izquierda (FADI). Desde su actual cargo de Coordinador de Procesos de Participación Política del Consejo Nacional Electoral (CNE) fue uno de los encargados de firmar el acta de defunción de un grupo de partidos con el que competía en las urnas por aquellos años.
Sentado entre el público, el 9 de julio pasado, escuchaba el informe que firmó junto a la coordinadora nacional de Asesoría Jurídica, Natalia Cantos, y Gustavo Villanueva, director nacional (e) de Organizaciones Políticas del CNE.
Ese documento recomendaba que varios partidos históricos desde el retorno a la democracia perdieran su personería jurídica. El Liberal Radical Ecuatoriano, la Unión Demócrata Cristiana (ex Democracia Popular), Izquierda Democrática y otras 21 organizaciones políticas dejarán de estar en el registro oficial del Consejo.
Con esta resolución queda vía libre para que otras organizaciones puedan ocupar su número, como el 2 del Liberal o el 12 de la ID.
Blasco Peñaherrera Padilla, quien fue vicepresidente entre 1984 y 1988 y una de las figuras mayores del Partido Liberal Radical, expresó su «profunda pesadumbre» por la noticia y el fin de una etapa política.
«En el momento más importante de la política liberal, la desaparición del partido es lamentable y explica la crisis política en que vivimos. Desaparecidos los partidos con sustento partidario, con raigambre histórico, queda la improvisación, que es inconveniente en muchos aspectos para la preservación de las instituciones», dijo.
Según la Resolución que aprobó el Pleno del organismo, estos partidos y movimientos no cumplieron con las normas del CNE. «Los partidos y movimientos políticos nacionales y del exterior solicitaron la reserva de nombre, número y símbolo de conformidad con la disposición duodécima transitoria (…) Sin embargo, ellos no presentaron los requisitos constitucionales y legales, documentos y firmas para su existencia jurídica hasta antes de las elecciones del 17 de febrero del 2013».
Para Omar Simon, expresidente del CNE, los partidos ya demostraban un quiebre interior que impedía que pudieran cumplir con la normativa precedente.
«Tenían un conflicto de inscripción de la directiva. El CNE no tiene potestad para intervenir en asuntos internos del partido. Andrés Páez (expresidente de la ID y actual asambleísta) armó una asamblea que destituyó a Dalton Bacigalupo, quien objetó esta destitución. El problema es que el partido recibió los aportes del Fondo Partidario luego de las elecciones del 2009», dice al referirse a la ID.
Según el Código de la Democracia, «únicamente cuando se agoten los recursos internos de la organización, los interesados tendrán derecho de acudir ante el Tribunal Contencioso Electoral para interponer los recursos pertinentes».
Si bien Bacigalupo expresa la misma pena que Blasco Peñaherrera, también le queda el resabio de que sea eliminado un partido que fue ser gobierno con Rodrigo Borja y una de las mayores fuerzas políticas electorales.
En conversación con este Diario, sostuvo que el problema se originó por personas que antepusieron sus intereses personales a la convicción socialdemócrata. Pero también advierte que el partido, además de perder su nombre, su símbolo, sus colores y su número, también podría perder sus posesiones. Una de las más importantes es su sede en el norte de Quito.
Aclaró que aún no conoce la resolución del Consejo Electoral, que incluye la pérdida de la reserva de nombre numero y símbolo por el incumplimiento de la norma electoral vigente.
«No he recibido oficialmente la comunicación -dice Bacigalupo-, pero conozco las razones del porqué perdemos la personería jurídica», y añadió que va a informar sobre el uso de los recursos entregador por el Fondo Partidario.
¿Qué va a pasar con esos partidos y sus bienes, sobre todo aquellos que recibieron dineros del Fondo Partidario en el 2009? Según Roxana Silva, consejera electoral, «hay un procedimiento para quitarles el Fondo Partidario Permanente. Se tiene que seguir un proceso interno del CNE a través de un informe de la Dirección de Fiscalización y Control del Gasto Electoral y la Coordinación de Asesoría Jurídica».
En el artículo 327 del mencionado Código, referente a la extinción de los partidos políticos, se señala que «el patrimonio de las organizaciones que se extingan definitivamente pasará a formar parte del Fondo Partidario Permanente, después de cumplir con sus obligaciones».
Con la decisión del CNE, tres organizaciones políticas claves desde el retorno a la democracia pierden su lugar oficialmente. Mientras tanto, en el Consejo Nacional Electoral aún analizan las solicitudes de nuevas organizaciones que quieren participar en las elecciones seccionales del 23 de febrero del próximo año.
Según el cronograma del organismo, hasta el 23 de julio las agrupaciones interesadas en participar en ese proceso podrán presentar las afiliaciones o adhesiones para su calificación.