Acompañado de sus abogados y su esposa, ayer se entregó a la justicia el policía A. M. M., quien es uno de los dos gendarmes procesados por la muerte de Michael Murillo León, el pasado 4 de noviembre en el puente de la Unidad Nacional.
A. M. M. llegó a las 10:00 al cuartel policial de El Recreo, en Durán, donde presta sus servicios, para reintegrarse a su trabajo después de tomar sus vacaciones, pero consciente de que sus compañeros harían efectiva la orden de prisión preventiva que existía en su contra. De ahí que sus defensores aclaraban que no era una entrega voluntaria, sino una presentación a su lugar de labores.
A. M. M. llegó con el uniforme de parada y después de realizar el saludo castrense a los superiores que lo recibieron fue ingresado a las instalaciones del destacamento policial.
El procesado dijo que era inocente, que él no disparó contra Murillo, pero sí reconoció el peritaje de Criminalística que determinó que los casquillos hallados sobre el puente fueron disparados de su arma.
«Yo vengo a presentarme a mi trabajo como es normal, y de ahí se seguirá como es el trámite (detención); ojalá Dios quiera salga el culpable de este hecho», indicó el gendarme.
Ibert Sánchez, uno de los abogados del policía, denunció que supuestamente se trata de responsabilizar a su cliente de la muerte de Arenita, como se conocía al ahora occiso. «Se quiere involucrar a policías de menor rango como es el caso de los policías nacionales que son inocentes», indicó.
Sánchez se refiere también al agente J. G., quien fue detenido hace aproximadamente dos semanas. «Hubo muchos disparos y como policías tenemos una buena preparación y nunca hemos hecho disparos al cuerpo», manifestó el detenido.
El abogado dijo que de las 50 armas de fuego investigadas, unas 40 fueron disparadas, pero que solo hallaron los casquillos de su cliente.
Su esposa, quien insistió en su inocencia, manifestó que la decisión de 'entregarse' la tomaron en conjunto. «Si él no mató a nadie, por qué tiene que huir», expresó.
El hincha de Barcelona Michael Murillo, conocido como «Arenita» murió durante un enfrentamiento entre hinchas de Barcelona y Emelec.