El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) inició este martes una sesión extraordinaria para examinar el incidente ocurrido en Europa con el avión del presidente de Bolivia, Evo Morales.
Bolivia, con el apoyo de Venezuela, Nicaragua y Ecuador, presentará en la reunión un proyecto de resolución para que el organismo decida «rechazar y condenar las actuaciones claramente violatorias de normas y principios básicos del derecho internacional, como la inviolabilidad de los Jefes de Estado».
La propuesta de resolución plantea, además, «exigir a los Gobiernos de Francia, Portugal, Italia y España las explicaciones y disculpas necesarias» sobre las causas que motivaron la cancelación de las autorizaciones de sobrevuelo y/o aterrizaje del avión presidencial que transportaba al mandatario boliviano, el pasado 2 de julio.
Al inicio de la reunión en la sede de la OEA, en Washington, el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, expuso el caso. «Consideramos de mucha gravedad (este suceso), que se ha expresado en el agravio, el atentado de que ha sido víctima el presidente Evo Morales luego de cumplir una misión oficial en Moscú», señaló.
«Se podría decir que se trata de una acción intercontinental porque compromete a países de Europa (…) deducimos que por instrucciones o por gestiones de Estados Unidos», sostuvo.
También dijo que lejos de encontrar una explicación prudente de las autoridades de los países involucrados, «nos hemos encontrado sorpresivamente con una actitud soberbia y contradictoria».
«Estamos indignados y ofendidos por el secuestro de la aeronave donde viajaba Evo Morales», dijo de su lado el embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton.
El dilomático también reiteró la disposición del gobierno del presidente Nicolás Maduro de otorgar asilo humanitario «a los perseguidos por la injusticia», a propósito de la solicitud hecha por el extécnico de la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) de EE.UU., Edward Snowden.
Mientras que la Embajadora de Ecuador, María Isabel Salvador, reiteró que el hecho es «extremadamente grave», pues se puso en peligro la seguridad y vida de un Jefe de Estado.
El incidente estuvo motivado por la sospecha de que a bordo del avión iba el exanalista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, Edward Snowden, reclamado por EE.UU. por divulgar información clasificada, lo que obligó a Morales a desviar su aeronave a Viena y permanecer más de 13 horas en la capital austríaca a la espera de un nuevo plan de viaje.