El Presidente de la República, Rafael Correa, viajó esta mañana a Bolivia para participar en la reunión extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que se realizará esta tarde en Cochabamba, para tratar el caso del mandatario boliviano, Evo Morales.
«El agravio no es contra Evo Morales, sino contra el derecho internacional y contra la convivencia pacífica», dijo Correa antes de abordar el avión presidencial.
Correa señaló que espera que en la reunión de Unasur puedan tomarse decisiones sobre el incidente de Morales. «Vamos a demostrar que no aceptaremos esta clase de humillaciones contra ningún país de nuestra América», afirmó.
La reunión fue convocada a pedido del mandatario ecuatoriano, para tratar la decisión de Francia, Portugal e Italia de impedir el sobrevuelo y aterrizaje del avión que llevaba a Morales de regreso a su país, ante la sospecha de que a bordo estuviera Edward Snowden, extécnico de la CIA que denunció una red de espionaje mundial de Estados Unidos.
Bolivia también culpa a España de haber actuado de la misma forma, aunque el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo aseguró que no hubo «ninguna prohibición».
El presidente Evo Morales sostuvo hoy que «no basta la disculpa» de dichos países y buscará «hacer respetar» tratados y normas internacionales para respaldar su reclamación ante organismos externos.
«La posición firme que vamos a asumir desde el Gobierno nacional es hacer respetar ante los organismos internacionales las normas, los tratados internacionales. No basta sólo la disculpa de algún país que no nos permitió pasar su territorio», apuntó Morales.
El gobernante llegó anoche a La Paz tras permanecer 13 horas en el aeropuerto de Viena a la espera de un nuevo plan de vuelo para regresar a Bolivia desde Rusia.