Ayer, Sudáfrica se preparaba para lo peor al conocer que Nelson Mandela, hospitalizado desde hace 17 días, seguía en «estado crítico». Hoy, los familiares más cercanos se reúnen en la casa del antiguo estadista de la localidad de Qunu (sur del país) para abordar la situación del expresidente sudafricano.
Los familiares más cercanos a Nelson Mandela se reúnen este martes en la casa del antiguo estadista de la localidad de Qunu (sur del país) para abordar la situación del expresidente sudafricano, hospitalizado en estado crítico.
El encuentro, en el que también participan miembros de la aristocracia de la rama Thembu del pueblo xhosa, a la que pertenece Mandela, fue convocado por las hijas del líder sudafricano, informó la agencia de noticias local Sapa.
Según la televisión pública sudafricana, la SABC, el clan está tratando «asuntos sensibles» de la familia en Qunu, pueblo en el que el exmandatario pasó su infancia.
Uno de los temas sobre la mesa sería, de acuerdo con la SABC, la salud del propio Madiba, como se conoce popularmente en Sudáfrica al primer presidente negro del país.
La ministra de Servicio Público, Lindiwe Sisulu, está presente en la vivienda de Mandela junto con las hijas y varios de los nietos del exactivista contra el régimen racista del «apartheid».
Napilisi Mandela, uno de los miembros de más edad del clan, confirmó a Sapa la celebración de la reunión, y aseguró que fue convocada para hablar de «asuntos delicados» relacionados con Madiba.
Otro pariente cercano del exmandatario, Silumko Mandela, declaró a Sapa que «muchos de nosotros no estábamos al corriente» de la convocatoria hasta esta mañana, y que algunos miembros del clan aún no habían podido llegar a Qunu para el evento.
A sus 94 años, Nelson Mandela se encuentra desde el pasado domingo en estado «crítico», según indicó el Gobierno sudafricano.
Mandela fue ingresado el pasado 8 de junio en un hospital de Pretoria en estado «grave pero estable», por la recaída de una infección pulmonar.
Se trata de la cuarta hospitalización de Madiba desde el pasado diciembre.
El sudafricano sufre de forma recurrente de afecciones respiratorias, contraídas durante los 27 años que pasó en las cárceles del «apartheid».