El presidente de Ecuador, Rafael Correa, inauguró esta mañana la primera Cumbre de Periodismo Responsable en el Parque Histórico de Guayaquil. En su ponencia, el mandatario sostuvo que cierta prensa mercantil se ha convertido en un poder inmenso, sin legitimidad democrática, sometidos al capital y con una poderosa capacidad de defensa.
«La información no es una mercancía sino un derecho», dijo en su charla denominada «la comunicación como derecho y los medios como poder».
En su intervención, felicitó a los organizadores del evento y dijo que ya era hora que la ciudadanía vaya a la ofensiva de los ataques de los grandes medios que se han robado el concepto de libertad de expresión.
Agregó que la comunicación es una de las áreas donde se verifica el dominio del capital sobre los seres humanos. «Todo lo que busca garantizar el derecho de los ciudadanos es combatido», manifestó al asegurar que los medios de carácter mercantilista son parte de los denominados «big business» (grandes negocios).
El gobernante sostuvo que los medios privados son en realidad un ilegitimo actor político que debe ser regulado.
En otro punto de su intervención destacó que con la aprobación de la Ley de Comunicación por parte de la Asamblea, se va a poder prohibir la publicidad que atenta contra la salud humana.
En este marco, calificó como un acto de colusión la publicación de un editorial por parte de 53 medios colombianos agrupados en Andidiarios, aseguró que esa publicación conjunta fue por pedido de la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep), gremios y ONG locales.
«Los medios mercantilistas no son ni libres ni independientes sino sometidos al capital», señaló.
Cuestionó qué legitimidad puede tener un actor político cuya única virtud ha sido tener dinero para comprarse un medio.
Cuestionó que los medios se autocalifiquen como un contrapoder, pero no toleran una respuesta política.
Antes de la intervención de Rafael Correa, participó Alí Rodríguez, secretario de la Unasur, que habló sobre la uniformidad de los grandes conglomerados mediáticos locales a internacionales para boicotear los proyectos políticos de los gobiernos progresistas de la región.