El diario The Guardian reveló que Reino Unido país revisó teléfonos y computadoras de los delegados diplomáticos que participaron en dos cumbres celebradas en 2009.
La información surge de documentos facilitados por Edward Snowden, el ex empleado de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) que sacó a la luz la existencia del sistema de vigilancia Prisma para recopilar información de telecomunicaciones.
De acuerdo al matutino, el centro de comunicaciones británico GCHQ instaló un programa para interceptar correos electrónicos en las computadoras públicas que les facilitaron a los delegados y se infiltraron también en las comunicaciones entre BlackBerrys.
El objetivo del espionaje habría sido conocer de antemano las diferentes posiciones de los países del G20, sobre todo de aliados como Sudáfrica o Turquía.
También se habrían realizado escuchas al entonces presidente ruso Dimitri Medvedev, horas después de su primer encuentro con su par estadounidense, Barack Obama.
Siempre según lo publicado por The Guardian, unos 45 analistas estaban informados las 24 horas sobre todas las comunicaciones hechas durante el G-20 en una operación que tenía el conocimiento del entonces primer ministro británico, Gordon Brown.
Las relevaciones elevan el cuestionamiento al sistema de espionaje impulsado por Estados Unidos y llegan en momentos en que el Reino Unido es anfitrión de la cumbre del G8 que se realizará entre hoy y mañana en Irlanda del Norte.
Desde Lough Erne, la localidad donde se reúnen los líderes de las potencias mundiales, el premier David Cameron se negó a hacer declaraciones sobre la denuncia.
El líder conservador señaló que el gobierno británico «nunca hace comentarios sobre asuntos de seguridad e inteligencia», ante la pregunta sobre si podía garantizar que los participantes al G8 no serán sometidos mismo al espionaje que las delegaciones del G20.
The Guardian es uno de los matutinos que reveló la existencia de Prisma, el programa de espionaje que permite consultar a diario registros de llamadas y extraer datos de servidores de grandes empresas de Internet como Google, Facebook, Skype, Microsoft y Apple.
La información fue filtrada por Snowden, que seguiría en Hong Kong para evitar una extradición a Estados Unidos, donde algunos sectores políticos reclaman que sea juzgado por traición.