El abogado defensor del soldado Bradley Manning destacó este lunes al inicio del juicio sobre las filtraciones a WikiLeaks la ingenuidad, la juventud y «la buena intención» del acusado a la hora de hacer pública información clasificada.
David Coombs, jefe de la defensa civil de Manning, destacó que el joven de 25 años, acusado de la mayor filtración de información clasificada de la historia de EE.UU., sufría una gran presión en su despliegue en Irak y mantenía «luchas internas» por su homosexualidad y su única intención era «hacer del mundo un lugar mejor» y «salvar vidas».
Asimismo, señaló en su primera declaración al inicio de la corte marcial, frente a la juez Denise Lind, que Manning «era ingenuo, joven, pero con buenas intenciones» y solo quería hacer ver a la opinión pública estadounidense los horrores de la guerra.
El defensor negó que Manning tuviera intención de ayudar al enemigo, el cargo más grave al que se enfrenta y que le podría suponer una condena de por vida, y aseguró que eligió la información que podría ser menos lesiva para la seguridad nacional y que contribuiría en casos polémicos que ya estaban en los medios.
Coombs argumentó que los cables del Departamento de Estado ya estaban disponibles para un gran número de miembros con acceso privilegiado a las bases de dato del Gobierno, mientras que el video de un ataque aéreo en Irak en el que fallecieron dos periodistas de Reuters había sido solicitado al Gobierno estadounidense por la agencia de noticias.
Más temprano, la Fiscalía señaló que demostrará que el líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, tuvo acceso a documentos filtrados por WikiLeaks y que esos documentos tuvieron como «garganta profunda» durante unos 6 meses a Bradley Manning.
«Esto, su señoría, es un caso de un soldado que recabó sistemáticamente cientos de miles de documentos de bases de datos clasificadas y luego puso esa información en internet y en manos del enemigo», dijo el capitán Joe Morrow, del equipo fiscal.
«Ignoró las normas, traicionó la guía y confianza de sus superiores y utilizó su entrenamiento militar a sabiendas de las consecuencias de sus actos», añadió.
Varias decenas de manifestantes se concentraron hoy a las puertas de la base de Fort Meade (Maryland), donde las medidas de seguridad se han extremado, para pedir que se exculpe a Manning y se le premie por haber dado a conocer la realidad de la guerra.
Manning se enfrenta en este juicio a una condena de cadena perpetua por filtrar cables del Departamento de Estado, datos de las guerras de Irak y Afganistán y datos de presos de la Base Naval de Guantánamo (Cuba).
Hasta el momento, el soldado, que llevaba 3 años bajo arresto a la espera de juicio, se ha declarado de 10 de los 22 cargos de que se le acusa, pero ha evitado inculparse del de ayuda al enemigo el más grave.